1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (37)


    Fecha: 11/08/2022, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sobrino, y no habrá un macho más que te de por el culo…, espero que lo entiendas bien. -giró un momento la cabeza buscando mi asentimiento, pero tarde unos segundos en responderle, mi cabeza barajaba las posibilidades que tenía para ser yo quien controlara la situación.
    
    Eliseo se erigía en mi dueño y señor para decidir con quien podría estar y eso me soliviantaba. Tenía que hacerle creer que era él quien mandaba, se pensaba que con la grabación de lo que pasó con Marcos me tenía en sus manos.
    
    Eliseo desconocía cual era mi trabajo en la casa de Eduardo y que Pablo conocía con todo detalle. No se me ocurría pensar que Pablo rompiera conmigo por haber estado con Marcos, y tampoco pensaba que él se atreviera a enseñarle la grabación a su sobrino.
    
    Por una parte me disgustaba la posición de vencido que debía adoptar, en la cama no me importaba, al contrario, disfrutaba sentirme dominado, pero en lo demás ya no sería esclavo de nadie.
    
    Y por la otra era verdad que me había encantado su follada, su forma llena de contrastes al tratarme, y que mientras Pablo no estuviera a mi lado necesitaría un verdadero y viril hombre que me tuviera satisfecho, me convenía llegar a un acuerdo y sabía que al final el triunfo sería mío y que él terminaría haciendo lo que yo le pidiera.
    
    Pensé con cuidado mi respuesta, para que se creyera el vencedor, y a la vez dejarle claro que yo no era el muñeco que pensaba, y que podía tener mis condiciones, no eran muy estrictas, pero al menos era ...
    ... una forma de dejar patente que en algún momento podría revelarme ante exigencias que no me gustaran.
    
    -Estoy de acuerdo con lo que propones, pero pongo dos condiciones. -me miró con un gesto de estupor para seguido dejar escapar una carcajada.
    
    -Tienes huevos ¿eh? ¿Crees que estás en situación de poner condiciones? -me mantuve encogido en el asiendo esperando que dejara de reír.
    
    -Seré un puto como tu me dices, pero también tengo mi orgullo que se impone sobre mis deseos sexuales, aunque me guste la verga no soy un adicto. -puso la mano, ruda y grande, sobre mi rodilla apretando hasta hacerme daño.
    
    -Puedo ser generoso y concederte algún deseo, habla. -sujeté su mano y se la aparté de mi pierna.
    
    -Una de las condiciones se refiere a esto mismo, no consentiré que me hagáis daño salvo el que yo lo consienta. Y nunca emplearéis lo que hagamos para dañar a Pablo o a Álvaro, nunca les revelaréis lo que pase, lo que haga con vosotros. ¿No es mucho pedir, verdad? -volvió a reír con fuerza y a colocar la mano donde la tenía, pero ahora su agarre estaba limitado a una pequeña presión indicándome que había captado mi mensaje.
    
    -¿Solo es esto? No te preocupes, somos los primeros que deseamos que nada se sepa, por mi sobrino y por el doctor al que respetamos, pero somos hombre más rudos de los que tu estas acostumbrado a tratar. Firmemos el acuerdo. -me tendió la mano como si tratáramos de sellar un acuerdo entre caballeros, y se la estreché pensando que quizá todo no fuera tan ...
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