1. Gilbert


    Fecha: 09/06/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: cunegundo, Fuente: CuentoRelatos

    ... Vamos normal, pero sin obsesionarse.
    
    Se me acercaron.
    
    ―Oye Gilbert, ¿tienes algo que hacer esta noche?
    
    Esbozó una corta sonrisa.
    
    ―De verdad. Te invitamos a ver unos ‘deuvedes’ en casa.
    
    Se llamaban Laura y Natalia. Laura era alta, rubia, de ojos azules, delgada y de nariz larga. Muy sexy. Natalia era baja, carnosa, de prominentes pechos y pelo castaño.
    
    ―Vente a mi casa― decía Laura.
    
    ―Niñas, ¿os habéis vuelto locas?
    
    ―Hemos bebido algo. Parecemos pedos, pero nos lo estamos haciendo― contesto Natalia.
    
    ―Estamos mejor de lo que tú te cree― dijo Laura.
    
    ―¿Y por qué queréis que vaya esta noche a tu casa?.
    
    ―Porque no queremos que pases frío― respondió Laura.
    
    ―Pues vamos entonces a ver esa película.
    
    Así que fuimos a la casa de la alta Laura. Pusieron la película de “Gangs de Nueva York”. Me sentaron en el centro. Ellas se apretujaban a ambos lados de mí todo lo que podían. Ya no se reían tanto. Tenían razón no estaban tan borrachas. Estos apretones continuos hicieron que me excitara y que fuese teniendo una erección. Con mis 30 centímetros de polla se notaba muchísimo a través de mi pantalón de tela. No sé cómo las chicas me agarraron de mis fuertes brazos y terminaron directamente metiéndome mano en el pantalón.
    
    ―Wou― dije yo.
    
    Nada más decir esto me bajaron la bragueta y me desabrocharon el cinturón. Mi polla negra salió disparada como un misil. Sus cuatro manos me la pajeaban. Oí sus jadeos. Estaban como locas. Parecía como si corriesen ...
    ... una carrera y luego se ahogasen. Se inclinaban para pasarme sus lenguas y lamérmela como un polo. Y también se la metían en la boca chupando y succionando. La verdad es que llevaba cuando menos un mes sin eyacular y aquella masa de carne negra y ardiente estaba a punto de explotar. Solté 3 chorros de semen que nos puso perdidos. Jadee con fuerza.
    
    ―Y cuando te repongas te vienes a mi cama vale― me dijo la rubia Laura.
    
    Me di una ducha rápida y me senté entre ellas otra vez que estaban desnudas de cintura para abajo. Se acariciaban el clítoris y se metían algún dedo. También me bajé los pantalones con mi polla arrugada pero grande. Ellas no dejaban de mirarla. Aquello era un show. No me imaginaba que aquellas chicas fuesen tan lanzadas.
    
    Una hora después ya estaba empalmado por completo. Ya he dicho que llevaba mucho tiempo sin hacerme pajas. Laura me miró con sus ojos azules y me ofreció su mano. Se la cogí y me levanté. Me llevó a su habitación. Se sentó sobre mí dándome la espalda. Fue en esa posición como me la follé. Una de las cosas que más he trabajado haciendo gimnasia son los muslos y las pantorrillas, además de los brazos. Precisamente para poder hacer lo que le hice a la chica. Conseguía erguirme con ella encima y así hacíamos el movimiento del coito y muy rápidamente. A ella le costó algo metérsela toda. Para ello se ayudó de un gel. Comenzamos muy lentamente hasta terminar con toda la fuerza que mis piernas, brazos y polla me lo permitían. Ella gritó y gritó. ...