1. Gilbert


    Fecha: 09/06/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: cunegundo, Fuente: CuentoRelatos

    Mi nombre es Gilbert. Nací en Liberia, pero pasé parte de mi vida en Guinea Ecuatorial. A los 17 años subí hasta Marruecos y desde allí fui en Patera hasta España. A los 20 años ya me encontraba en Madrid.
    
    No soy atractivo ni tengo un cuerpo especialmente formidable pero lo que destaca es el tamaño de mi pene. Mide unos 30 centímetros. Los hombres negros tenemos esa fama. Bueno no es del todo cierto pero la verdad es que de 10 hombres 5 la tienen enorme. Bueno tampoco es verdad. Pero yo la tengo grande.
    
    Lo que sí es real es que a los 20 años somos unos expertos en follar. Eso es lo que nos diferencia del hombre blanco y civilizado. En Liberia o en Guinea Ecuatorial callejeamos 20 horas al día. Perdemos la virginidad a los 13 años. Sin embargo, no le damos la misma importancia al sexo que se le da en el norte. Estamos más preocupados por sobrevivir a la miseria, a la guerra, al hambre o al miedo.
    
    Comencé en Madrid vendiendo un periódico en las bocas del metro. Una señora de unos 48 años me acosaba ¿Por qué? Bueno es normal que a lo largo del día tengas una erección y claro está que ella se dio cuenta de que la tenía como un burro. Así es como he conseguido todas mis conquistas. En África y en España. Pero lo que no sabía es que la mujer española tuviese tanta lujuria. Ella se había divorciado 8 años atrás y desde entonces no había tenido ningún contacto sexual. Conmigo enloqueció. No podía imaginarse que un día estaría con una polla así. Pasé con ella varios meses. ...
    ... Para mí significaba tener buenas comidas y dormir cómodo. El día que me fui se puso histérica, decía que me iba a denunciar a la policía.
    
    Pasé a vender cedes en el metro. Una chica joven se fijó en mí. Pero quizás me gustaba más la madurita. La jovencita sólo me ofrecía fines de semana en el chalet de sus padres.
    
    Trabajar en el metro y estar ahí en las calles más de 12 horas al día permitía que me pudiesen conocer fácilmente y eso que soy más bien callado. Muchas chicas se fijaban en mis erecciones, especialmente las adolescentes. Y no sólo querían iniciarse conmigo con simples pajas. Querían sexo completo. Follar e incluso muchos anales ¡Estaban locas!
    
    A pesar de mis conquistas no conseguía una buena esposa como alguno de mis compañeros. Decidí ir a un gimnasio y ponerme fuerte. A día de hoy no he conseguido ligar con una mujer con dinero. Sólo encuentros esporádicos.
    
    Os voy a contar una experiencia que tuve hace un mes. Ahora tengo 29 años. Estaba vendiendo cedes en el metro con un compañero. Llegaron dos parejas y me compraron dos discos. Los dos chavales eran regordetes y simpáticos. Ellas eran atractivas, sexys, pero parecían modositas. Llevaban camisetas cortas y se les veía el ombligo. Tenían 19 años.
    
    Al día siguiente sobre las 11 de la noche me quedé solo y de pronto las vi llegar. Estaban riendo y se acercaban a mí. Habían bebido algo. Dije que me parecían modositas porque con los novios que tenían no parecía que les fuese demasiado el rollo del sexo. ...
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