1. Joven semental, encuentro con una señora


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en paz.
    
    -lo siento Lucrecia. Solo quería pedirte perdón. Lo siento, lo hice en un arrebato de locura. Me gustas mucho, y quizás eso me nublo… lo siento de veras.
    
    Ella observó que lo decía de veras y algo apenado, y recobrando la compostura, me dijo:
    
    -Nene, eres un atrevido. ¿Cómo se te ocurre besarme? Y además en público. ¡Es que no te das cuenta de que estoy casada!.
    
    -te juro que lo siento.
    
    En ese momento observo que vienen algunas personas caminando desde los aparcamientos, y noto que eso la pone nerviosa, y me dice:- Que contrariedad. Nos van a ver aquí solos y van a pensar que estamos haciendo algo raro. ¡qué locura!. Si llega a oídas de mi esposo. Ese es capaz de divorciarse de mí.
    
    Ella observa en ese momento que existe una puerta casi al lado de donde estábamos, y la abre, comprobando que se accede a un pequeño cuarto, que estaba en completa oscuridad, y al momento ella entra en el mismo. Sin pensarlo, ella tira de mí y nos metemos los dos dentro del cuarto cerrando la puerta.
    
    -esperemos que no nos hayan visto. Me dijo ella sumamente nerviosa.
    
    Al rato de estar allí observe que se trataba de una pequeña habitación, que parecía estaba destinada para temas de almacenaje o de productos de limpieza, y, además contaba con un pequeño baño, ya que la puerta de éste estaba entreabierta. También había otra puerta que no sabíamos si comunicaba con otra estancia. Yo me acerque y vi que la misma estaba cerrada.
    
    Observamos que los hombres se habían parado ...
    ... hablar casi delante de la puerta, y uno de ellos tenía intención de entrar en la habitación. Sumamente nerviosa, Lucrecia mira horrorizada. Yo le hago saber la existencia del pequeño aseo, y nos dirigimos rápidamente hasta el mismo atrancando la puerta tras entrar a éste. Le pusimos el pasador y no quedamos allí. No quisimos encender la luz, pero verifique que existía una ventana pequeña con una especie de cortina, que tras abrirla entro algo de luz.
    
    Escuchamos voces dentro del cuarto hablando entre ellos, y ella estaba alongada mirando por el ojal de la puerta, con lo que todo su precioso trasero se quedó a mi disposición. La realidad es que el aseo era bastante pequeño, tuve que sentarme sobre la taza, tras bajar su tapa. En ese momento, al sentarme pude apreciar todos los muslos de aquella hembra y verifique por su posición que podía vérsele la corta tanga que llevaba puesta.
    
    Ella en un momento dado miro hacia atrás y observó cómo le estaba mirando sus partes bajas, y me recriminó con la mirada. Pero, lejos de apartarse, observe que volvió a la posición anterior, pero esta vez se inclinó más, pudiendo observar completamente sus nalgas: “joder que hembra”.
    
    Sin poder evitarlo, pase mis manos por sus nalgas apretando las mismas, y acto seguido, dada la posición en que estaba metía mi cabeza debajo de su falda y comencé a lamer sus nalgas y la parte de la tanga que coincidía con la raja de su coño.
    
    Ella muy bajito me dice: - pero que haces.. oh.. estás loco.
    
    Su ...
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