1. La vi crecer (Capítulo 3)


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... Además ya se lo dije a ella.
    
    —¿Le dijiste a Carmen que no te gusta cómo me trata?
    
    —Sí ¿está mal?
    
    —¿Qué te dijo ella?
    
    —Que su relación con vos no es di mi incumbencia.
    
    En un gesto instintivo, acaricié su cabello con ternura.
    
    —No te preocupes, está todo bien con tu mamá.
    
    —¿Y vos… Tenés algo que decirme? —Preguntó Lelu cuando ya estábamos llegando a casa.
    
    —No, nada. Aunque para serte sincero… Es cierto que ya no sos la nena que conocí. —Por una vez estaba hablando con total sinceridad, aunque no le iba a decir todas las cosas que pasaban por mi cabeza, por supuesto—. Verte crecer tan rápido es extraño, y esto de Instagram… Todas esas fotos sugerentes, con tantos desconocidos que van a pretender de vos sólo una cosa…
    
    —Ya te dije que no te preocupes por eso. —Lelu apoyó la mano en mi pierna—. Además con esta locura de cuarentena no voy a ir a ningún lado. No me puedo encontrar con ninguno de mis acosadores —bromeó.
    
    Acomodamos la mercadería en las respectivas alacenas y en la heladera. En un momento nos inclinamos para agarrar la misma bolsa. Como en una berreta película romántica, nuestros labios quedaron más cerca de lo habitual.
    
    —A la noche cocino algo para los dos —dijo Lelu.
    
    —¿En serio? — me sorprendí.
    
    —Sí, pero no esperes nada demasiado elaborado eh.
    
    Se fue corriendo a su habitación. Parecía una nena feliz por estar a punto de jugar a su juego favorito.
    
    VIII
    
    —¿Salchichas con puré? —Pregunté, fingiéndome horrorizado al ver la ...
    ... mesa servida—. Es cierto que me dijiste que no ibas a hacer nada elaborado, pero esto…
    
    Lelu rio
    
    —No te quejes, mamá no te cocina hace años, así que agradecé.
    
    Nos sentamos en la mesa. Yo estuve las últimas horas cortando el pasto de la vereda y del patio del fondo, sólo para hacer tiempo. Luego me di una ducha. Me puse un pantalón y una camisa cómodos. Cuando Lelu fue a avisarme que la comida estaba servida, fingí que apenas me acordaba de que me había prometido cocinar.
    
    —¿Y esto? —pregunté, señalando una botella de vino tinto que estaba en medio de la mesa.
    
    —Eso es una botella de vino, por si no lo notaste —contestó ella con ironía.
    
    Llenó dos copas con la sangre de cristo. No podía decirle nada, Lelu ya contaba con la mayoría de edad. Además, desde hace rato que tomaba alcohol, aunque por lo que sabía, lo hacía de manera consciente. Nunca llegó a casa completamente borracha.
    
    —Está bueno el puré —dije, probando la primera cucharada—. Se nota que te esmeraste mucho en aplastar las papas.
    
    —No seas así de maldito… Poner la cantidad justa de leche y elegir la manteca indicada es muy difícil también.
    
    —Ya lo creo. Igual que hacer hervir las salchichas ¿No?
    
    Ambos reímos de nuestras ocurrencias. Era muy lindo estar en sintonía con Lelu, como si en ese momento tuviésemos una complicidad única.
    
    Estuvimos un rato diciendo esa clase de tonterías, hasta que nuestras copas de vino se vaciaron. Lelu las llenó de nuevo.
    
    —Bueno, una copita más no nos va a hacer ...
«1234...7»