1. La mala samaritana


    Fecha: 24/06/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... guardias civiles, guardias de tráfico, chatarreros, porretas, las chicas de alterne que traían clientes al bar (no iban a comisión con la dueña). Lo compraba cualquiera que tuviera dinero. Yo veía el mercadeo y me importaba una mierda, estaba a lo mío, eso sí, pagando cada vino después de haberme servido, por si me emborrachaba y quedaba sin dinero. No quería líos con aquel mujerón, pero lío lo iba a tener igual... No sé si tuvisteis alguna vez la sensación de que os miran para el culo, pues yo tuve esa sensación la primera vez que fui al servicio a orinar.
    
    En fin, puede que estuviera equivocado, en lo que no estaba equivocado era donde ponían los ojos las mujeres al regresar del servicio. A uno de los tipos no le sentó nada bien que su novia, esposa, chica de alterne, o lo que fuera, mirara para mi paquete. Al llegar a la barra me dijo la tía de mi mujer:
    
    -Ten cuidado. Vas a tener problemas con el de la máquina de discos.
    
    Miré para la máquina de discos y vi cómo un tipo alto y fuerte ponía una moneda en ella, marcaba y se oía: "You Are The One that I Want." Me di la vuelta y esperé acontecimientos... Sentí que me tocaban en el hombro, me giré y vi al tipo de la máquina de discos. Serio cómo un palo y con voz grave, me dijo:
    
    -Ponte a bailar, Travolta.
    
    Yo nunca me achanté ante nadie, y aquella noche no iba a ser una excepción. Le dije:
    
    -Estoy cansado, Olivia.
    
    Dio dos pasos atrás, y me dijo:
    
    -¡Dime eso en la calle si tienes cojones!
    
    Me levanté y fui ...
    ... hacia la puerta. Sentí un ruido seco y otro cómo el de un fardo al caerse. Miré para atrás y vi al tipo tirado en el suelo. La tía de mi mujer le había dado con una porra que tenía en la mano, sonriendo, me dijo:
    
    -No iba a dejar viuda a mi sobrina.
    
    Se ve que el tipo me quiso dar un golpe a traición y que ella sabía quien era yo. Me volví a sentar, y le dije:
    
    -Gracias.
    
    -No hay de qué.
    
    Dos guardias civiles de paisano arrastraron al tipo del local y lo echaron a la calle. Su acompañante, una morena gordita, fue detrás de ellos.
    
    Desde ese momento ya tuve con quien hablar. La tía de mi mujer, Laura, que llevaba un perfume muy agradable, con los codos apoyados en la barra y mostrándome el canalillo de sus tetas me fue preguntando cosas de mi vida y acabamos hablando de todo un poco, cuando no tenía que servir, y cómo había despedido esa misma tarde a la chica que la ayudaba, acabó por preguntarme:
    
    -¿Quieres trabajar aquí mientras no encuentras algo mejor?
    
    Saqué un cigarrillo del paquete y lo puse en la boca, Laura sacó un clipper de detrás de la barra y me lo encendió, le respondí:
    
    -¿Cuándo empiezo?
    
    -Esta noche. Me ayudarás a recoger, a barrer y a limpiar. ¿O tienes algo mejor que hacer?
    
    -No.
    
    Era la una de la madrugada. Ya Laura echara el cierre. Yo estaba colocando las sillas sobre las mesas para barrer cuando sentí su mano tocar mi culo, me giré y vi que Laura tenía una botella de rioja y dos vasos en la mano, sonrió, y me dijo:
    
    -Deja la mesa ...
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