1. En la sala de juntas...


    Fecha: 23/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... regresaba, su matrimonio no iba a continuar. No estaba dispuesta a seguir con él; se había desencantado totalmente, además que se sentía utilizada y abusada en su confianza. Ella, tratando de resolver a costa de mucho trabajo y él, portándose como un niño pequeño, quejumbroso y desvalido.
    
    Esa semana fue difícil. Ella no quería saber nada de su marido, quien, para completar, ahora le pedía a ella apoyo monetario para comprar el tiquete de vuelta y regresar al país. Sin embargo, había, como le dije a ella, opciones para enfrentar este nuevo contratiempo sin que su matrimonio se fuera a ver afectado. Había que entender que Carlos, el menor y único varón en una familia de seis hijos, había sido sobreprotegido y mimado por su mamá y sus hermanas. Y eso, indudablemente, traía consecuencias. Había inmadurez y falta de herramientas para enfrentar la vida, pero se podía corregir, le decía yo. Pero ella, imperturbable, manifestaba que ya no había vuelta atrás.
    
    Nuestro jefe, queriendo asegurar que no hubiera fallas en el manejo del puesto para el que ella había sido nombrada, me designó a mi como su tutor para que la instruyera y la entrenara en el desempeño del nuevo puesto. Y eso significaba que íbamos a compartir mucho más tiempo del que ya compartíamos y la transición debía hacerse de inmediato. No había mucho tiempo disponible, así que nos tocaba trabajar horas extra para lograr el cometido. Y así lo hicimos. Durante un mes, de forma continua, incluidos sábados y domingos, ...
    ... estuvimos poniéndola al día en todo lo que requería saber para manejar sus nuevas responsabilidades. En nuestro trabajo, fue normal empezar a ver algunas muestras de afecto en reconocimiento a sus rápidos logros y comprensiones; un apretón de manos, una caricia o un tímido beso en la frente o en la mejilla, alentándola a seguir adelante porque lo estaba haciendo bien.
    
    Un día, sin embargo, la jornada se extendió hasta la noche, y el trabajo demandó horas extra. Habíamos estado muy juiciosos haciendo la tarea, pero llegó un momento en que simplemente nos cansamos y decidimos darnos un respiro. Estábamos trabajando en la sala de juntas, llena la mesa de carpetas, legajadores y papeles, de manera que salimos de allí para tomarnos un café. Teníamos que ir a otro piso donde, la vigilancia tenía una cafetera y podíamos tener acceso a un café. Estuvimos hablando de lo mucho que habíamos progresado y de lo reconfortante que había sido ver cómo ella había manejado su situación con fortaleza y decisión. Quienes trabajaban conmigo ya lo habían visto en ella y me lo habían manifestado, así que simplemente le comenté lo que me había sido confiado. Se mostró muy contenta y animada.
    
    Al volver a la sala de juntas, para reiniciar nuestra labor, Xiomara me pidió que nos olvidáramos de eso por un rato, se acercó a mí y me besó. No había temor alguno de intrusiones, porque éramos los únicos que estábamos en la oficina a esas horas, 11 pm, las persianas estaban abajo, y ella, para asegurar que ...
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