1. Nerdy boy (1 - 3)


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... que tan arraigado estaba a la sombra de su madre, pues ya con 18 años, tenía edad suficiente para comenzar a alejarse del nido y pasar a ser todo un hombre. Pensaba.
    
    Solo quería descubrir qué sería lo que podría más, si la presión familiar o yo. Es decir, ahí estaba, en frente suyo, una mujer hermosa de cuerpo perfecto, con grandes y firmes atributos, y aun así no me volteaba a mirar siquiera.
    
    Entonces comencé el juego. Me quité el saco y lo coloqué perfectamente en el respaldo de la silla asegurándome que me volteara a ver y regresé a mi postura, pero aquella acción tan solo había logrado que se distrajera un poco para de inmediato regresar la vista a su libreta.
    
    Fastidiada, me desabotoné un nivel de mi blusa, pero nada. Así estuve toda la clase, haciendo circo para distraerle, pero nada de lo que hacía lograba voltearle la mirada a mí.
    
    Terminaba la clase y ninguno de mis intentos habría funcionado. Mientras todos salían aliviados de que la hora terminara, yo me quedaba sentada mirando cómo aquel chico salía al último rumbo a donde su madre, tomándose todo su tiempo para alistar su cuaderno y libro dentro de su morral sin prestarme atención ni siquiera a solas en el salón.
    
    Aquello además de extraño, sin quererlo había desencadenado un sentimiento escondido en mí que no esperaba conocer jamás. El de rechazo e inseguridad. Siempre he gozado de una apariencia linda, mi mayor problema era alejar a los hombres, no como hacer que se fijasen en mí. Fue entonces que ...
    ... puse manos a la obra. Lo tomé como reto personal. Ese sería mi proyecto. Haría a mi alumno todo un hombre y no habría quien me lo impidiese.
    
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    La clase siguiente llegaba temprano, no era extraño pues mis alumnos acostumbraban a llegar tarde a esa aburrida clase, no los culpo.
    
    Una vez en mi escritorio me preguntaba cómo lograr mi cometido. Pensé en quitar el escritorio, pero sería demasiado. Entonces me percaté de lo viejo que estaba; la madera al frente de éste, que era la única que impedía que se me viesen las piernas, estaba muy corroída por la humedad, seguro con un poco de esfuerzo no sería difícil deshacerse de ella y con su tiempo de uso nadie sospecharía.
    
    Sin pensarlo mucho me acerqué un poco y de una punta abierta tire de la lámina plastificada de madera, la cual sin mayores problemas se desprendía rompiéndose justo a la mitad, dejando un hueco lo suficientemente grande para que se pudiese ver por él, pero no demasiado como para que cualquiera lo pudiera hacer.
    
    Todo había salido perfecto. Ese día vestía un vestido corto lila sin tirantes, con zapatos altos blancos, y una pequeña chaqueta del mismo color. Nada era fruto de la casualidad.
    
    Poco más tarde llegaban a clase mis pequeños súbditos, aquel chico habría sido de los primeros, quien como siempre se posaba al frente de la clase a escasos dos pasos de mí. Inicié la clase, todo marchaba normal, pero al terminar la tarea del día y regresar a mi escritorio que minutos antes habría ...
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