1. Una mamada en el baño, un polvo en un bar.


    Fecha: 20/06/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... impasible.
    
    Llevé mi mano a su polla y la agarré. -¿Esto quieres?- Le dije mientras lentamente recorría con mi mano su rabo. Él se mordió los labios.
    
    -Y podemos echar uno rapidito. Mientras los demás están en el salón. ¿No te da morbo?- Dijo.
    
    Comencé a recorrer su polla con mi mano. Pase los dedos índice y corazón en forma de “v” acariciándole lentamente. Sabía como hacer una paja y sabía lo que le gustaba. Le miraba, mientras cerraba los ojos y sus labios se perdían en su barba. -Todos saben ya que follamos, morbo daría hacerlo delante de ellos.- Le dije. Sabía que no se atrevería, Lucas prefería el falso atrevimiento antes que algo más real. El no respondió.
    
    Su polla ya estaba dura apuntando hacía mi. La agarré con mi mano derecha y comencé a hacer una paja común, mientras que con la yema de los dedos de mi otra mano masajeaba su glande, centrándome en el frenillo. Aquello sacó un suspiro de su boca.
    
    -Joder Miri, nadie me hace pajas como tú.- Aumenté el ritmo de las sacudidas. Su polla empezaba a echar liquido preseminal sobre mis dedos, y aproveche para embadurnarla con el, reduciendo la fricción. -A ver si voy a tener que montar una academia de pajas.- Dije bromeando, sin apartar la vista de su miembro.
    
    Mi mano cada vez resbalaba más fácilmente. Tire una toalla sobre el suelo del baño y pose mis rodillas en ella. Ahora estaba de rodillas y con los dedos de ambas manos masajeaba lentamente su polla. Notaba como cada vez se iba hinchando más y mas a medida ...
    ... que se deslizaba por mi mano. Mi coño comenzaba a estar un poco mojado, pero no lo suficiente. Dejé de masturbar su polla y la recorrí de abajo a arriba suavemente con la punta de una de mis uñas de gel. Pude notar como tensaba todos los músculos del cuerpo. Seguí lentamente recorriendo su polla hasta llegar al glande. Únicamente tocaba su polla con la punta de mi uña, pero notaba como estaba a punto de reventar. Quité mi uña y su polla palpitó por unos segundos. Me miraba deseando que hiciese algo.
    
    -Vamos a follar- Dijo. -¿No querías una mamada?- Le contesté.
    
    Acerqué mis labios a su polla, retrasando todo lo posible el contacto. Al final fue él quien acercó su polla. Abrí mis labios para recibirla y comencé a resbalar mi lengua sobre su glande a medida que la engullía. Estaba caliente, y sus fluidos no tardaron en mezclarse con mis babas. Pero cuando le haces una mamada a alguien como Lucas, siempre te encuentras el mismo problema: No quiere una mamada, quiere follarte la boca.
    
    Empujó su polla hasta que mi garganta dio de sí. Ya tenía aprendido a hacer mamadas profundas, pero me seguía costando. Dejó su polla dentro de m garganta por unos segundos, disfrutando del momento. Yo acoplaba mi lengua a la base de su polla haciendo presión. Agarró mi pelo por la trenza para hacer más fuerza. En ese momento hice todo lo posible para parar la mamada, haciendo fuerza por liberarme, pero sin éxito. Comencé a carraspear y intente pedirle que parara sin mucho éxito, es difícil ...
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