1. Aventura con un desconocido


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: esperanza, Fuente: CuentoRelatos

    ... Víctor saludó. Di media vuelta para ver de quién se trataba, lo miré a los ojos y me elogió. Lo cual me hizo sentir bien. Víctor me observó y sonrió. Aquel hombre se fue y Víctor me dijo: es el Gobernador de Córdoba. Lo cual hizo que mi interés por Víctor se hiciera más intenso. Entre tanto, me preguntó qué tipo de prendas prefería. Le hice saber mi preferencia por los vestidos y respondió: ¿qué tal si te compro uno y te lo colocas para mí?, me pareció algo loco. Sin embargo, le seguí la cuerda y respondí entre risas -y sin ropa interior-. Me miró con su cara de malicia, se rio, llamó al mozo y pagó la cuenta. Salimos de aquel lugar con rumbo a un centro comercial.
    
    Entramos a una tienda de ropa, observamos la estantería y Víctor cogió un vestido, me lo enseñó y para sorpresa, parecía conocer mi gusto. Era azul, holgado y con mangas caídas. Entré al vestier, me lo coloqué y me quedó perfecto con los zapatos rojos. Me quité la ropa interior y salí de allí, le mostré a Víctor cómo lucía. Apreciándome lentamente de pies a cabeza me cautivó su mirada. En mi mundo el pensamiento era sórdido e indecente, ya no me sentía una niña inocente.
    
    Salimos de aquel lugar, se acercó a mi oído y me dijo: ¿Qué traes debajo?, -nada- respondí. Suspiró, nos miramos y reímos. Confieso que estaba nerviosa. Tenía muchas expectativas. El hecho de pensar que no llevaba ropa interior puesta hacía que me excitara, era primera vez que lo hacía. Imaginar que él me estaba morboseando o percibir sus ...
    ... manos sobre mis piernas hacía que empezara a mojarme. Llegamos al aparcadero, me miró fijamente, me abrió la puerta del auto y mi imaginación formó parte de la realidad. Sentí cómo posaba sus manos sobre mis piernas, lentamente subía mi vestido y acariciaba mi cola, pasó sus dedos por mi espalda y bajó lentamente, acarició suavemente mi sexo y sentí que mis pezones endurecieron.
    
    De repente, me dijo; sube. ¡Hombre macabro! – pensé, mientras sentía cómo se humedecía mi entrepierna. Subí al carro y salimos de allí. -¿A dónde vamos?-pregunté. –A mi apartamento - respondió, mientras subía los vidrios del carro. Tócate- dijo. -¿Aquí?- pregunté. –Sí- respondió. -¡Está loco!-, pensé. Me dejé llevar, abandoné el pudor y abrí mis piernas. Empecé a notar cómo mis sentidos se deleitaban en el placer. Pensar que él era testigo de mi lujuria me invadía de placer. Mirar con otros ojos esta escena obscena, me parecía degenerado, a lo cual sentía como poco a poco mi sexo, se inundaba de mieles. La mano izquierda la posé en un seno, la derecha la usaba para acariciar mi abdomen, mientras bajaba y colocaba 2 dedos en el clítoris, de pronto empecé a masajear. Entre gemidos y sollozos, continuamos el camino.
    
    Estaba extasiada. En medio de la locura sentía como mi clítoris se ponía duro, abría mi sexo con los dedos y le mostraba a Víctor lo cachonda que estaba, él se la halaba de abajo hacia arriba. Lo tenía grande, grueso y venoso. De pronto vi cómo salían gotas de lubricación. Pensar que yo lo ...