1. Aventura con un desconocido


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: esperanza, Fuente: CuentoRelatos

    Desperté y vi cómo entraba un rayo de luz por mi ventana. Cogí mi teléfono y eran las 8:03 am, revisé mis mensajes y encontré uno de Víctor. Un hombre que conocí hace poco por Facebook, con quien tuve simpatía e intercambiamos números, desde entonces me ha escrito. Ha causado cierta empatía en mí. Percibo que es un hombre inteligente, aparte hace triatlón. Corre, monta en bicicleta y nada. En sus fotos veo un hombre escultural, con el ceño un poco fruncido, quizás una arruga. Piel canela, algo de canas. 42 años de edad. Gerente en alguna área de la Gobernación. Un hombre apuesto, sin lugar a duda. Aparte tiene buena ortografía, cosa que estimula mi cerebro.
    
    Me ha invitado a cenar a uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Lo pensé un momento, ya que al fin es un desconocido, podría hacerme daño. Acepté la salida y quedó de recogerme a las 12:30 pm. Hice mis tareas y ya eran las 11:00 am. Me duché, entré a mi cuarto, abrí mi closet y pensé en qué prenda llevar puesta. Si llevaba un vestido era un poco atrevido. Si llevaba un short era mostrar mucho en mi primera cita. Cogí un jean y una camisa holgada, me coloqué unos zapatos rojos, que había comprado hacía poco. Me organicé el cabello y me apliqué un leve maquillaje. Vi mi reloj y eran las 12:30 pm, de pronto entró un mensaje a mi celular de Víctor: Estoy afuera de tu casa. Mi corazón se aceleró y mis manos un poco sudorosas.
    
    Miré por mi ventana para ver a aquel hombre y tan solo vi un carro deportivo afuera de ...
    ... mi casa. Supuse que era él. Bajé las escalas y salí a la puerta. Caminé hacia el carro y ¡Vaya sorpresa!. Era aquel hombre, tal como lo imaginé. Alto, esbelto, su nariz respingada, ojos grandes y expresivos, con una melódica voz para mis oídos. Me miró a los ojos y me dijo sube. Di la vuelta y subí al carro un poco intimidada y asustada. No es fácil para una joven de 19 años, entablar una conversación fluida con alguien 23 años mayor.
    
    Durante el trayecto, observaba cómo de sus finos labios salían palabras como si fuese melodía. Miraba sus manos y podía casi sentirlas recorrer mi piel. Enfoqué la mirada en sus ojos y pude leer que también estaba deseoso de mis labios. Estaba hipnotizada. De repente, susurró mi nombre; Aileen, ¿qué se te antoja?“. -Abandonar el terreno y que me hagas tocar el cielo- pensé. Traté de aquietar mi mente y le respondí –Una ensalada, está bien.
    
    Llegamos al restaurante, se bajó y me abrió la puerta. Me tomó de la mano y me ayudó a bajar. Lo miré a los ojos, le sonreí y me indicó que siguiera. Entramos a aquel lugar. Música en vivo, luces tenues y un ambiente muy cálido. Llegamos a la mesa, me corrió la silla y me senté. Coloqué mi bolso a un lado de la silla. Crucé mis piernas. Coloqué mis brazos en la mesa y me senté muy erguida. En frente mío se sentó aquel hombre apuesto, con porte varonil. Llegó el mozo y Víctor pidió que trajera una botella de vino.
    
    Empezamos a contar nuestra vida rutinaria. Pronto llegó alguien a nuestra mesa a quien ...
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