1. Vecinos


    Fecha: 11/06/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cambió totalmente. Ana saludó a su vecina y Mar hizo una carantoña al crío. Quedaron en verse en la piscina de la urbanización y entraron cada uno en su propia casa:
    
    -Joder como está el vecino. Cada año está más bueno el cabrón.
    
    Mar se tumbó en el sofá después de comer con intención de descansar un rato pero su mente se lo impedía. No paraba de dar vueltas a los relatos de Hans, el que había leído la noche anterior era especialmente morboso. Una chica joven, vestida de secretaria, acababa calentando a un tipo mayor que ella hasta acabar sodomizada por él. Poco a poco se fue excitando cada vez más hasta que oyó gritos en la piscina. Decidió, entonces, que casi mejor bajaba y se deleitaba con el cuerpo del vecino.
    
    Con una cesta donde guardaba un libro y la toalla Mar apareció por el césped que rodeaba a la piscina. Cubierta con sus gafas de sol saludó a sus vecinos y a otras familias que se colocaban alrededor. Buscó una situación estratégica en la que pudiera observar a Jaime sin ser descubierta. Su vecino no la perdió de vista desde que llegó hasta que decidió ubicarse en una zona cerca de los edificios. Ella le escrutó tras sus gafas de sol.
    
    El tipo estaba con unas gafas de pera, reclinado sobre su brazo derecho, con su pierna izquierda levantada. Su cuerpo era un espectáculo. Se notaba que en el último año se había musculado, se le marcaban los bíceps y los cuadriceps, además de sus perfectos abdominales. Sobre el hombro izquierdo asomaba un tatuaje tribal que ...
    ... terminaban de redondear una imagen de tipo duro impactante.
    
    En medio de las conversaciones de madres por un lado y profesionales entre su vecino y un amigo, Mar se tumbó bocabajo en su toalla, apoyando su cabeza sobre sus brazos a modo de almohada, mirando hacia Jaime que de vez en cuando, y como si pudiera verla a través de sus gafas, le enviaba una sonrisa pícara.
    
    La mujer se decidió a contraatacar. Y le envió un whatsapp alabando su impresionante tableta de chocolate. El vecino respondió agradeciendo la alabanza y preguntándole si le gustaba el tatuaje sobre su hombro. El hombre hizo como que buscaba algo a su lado contrario para darle la espalda y que Mar pudiese admirar la obra. Ella contestó que sí le gustaba, que le daba un aire de tipo duro muy morboso. Jaime no se arrugó y le comentó lo que deseaba ver aquellas maravillosas tetas… La mujer disimuladamente se hizo un selfie desde su hombro en el que se podía apreciar como la braguita negra de su bikini se introducía entre los cachetes de su precioso culo. Luego se tumbó bocarriba para hacerse otro en el que la parte de arriba de su prenda de baño tapaba, algo descolocada, sus maravillosas tetas. Aquel sujetador color salmón dejaba entrever parte de su aureola. Mar envió a su vecino las dos fotografías y esperó la reacción de él.
    
    Medio minuto después Jaime miraba su móvil que había sonado al recibir dos whatsapps. Se quitó las gafas para poder ver bien las fotografías. Una mueca entre asombro y satisfacción se ...
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