1. Cuando nada está planeado


    Fecha: 13/05/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... miembro. Poco a poco, y sin que ella dejara de moverse y empezar a gemir de placer, aquel le fue retirando su chaqueta, luego su blusa y por último el brasier, dejando su torso desnudo y disponible para ser acariciado. El, se concentró en acariciar con especial esmero sus senos, y delinear con sus manos la silueta de su torso, mientras ella retozaba a gusto sobre aquel miembro.
    
    Wilson seguía fascinado mirando cómo su pene entraba y salía del cuerpo de mi esposa y, poco a poco, fue tomando el control de la situación. Empujaba y empujaba con gran vigor dentro de la vagina de mi excitada y obediente mujer que, seguía a pie juntillas todo lo que aquel le decía. ¡Levántate un momento! dijo él, mientras se incorporaba, sin dejar de empujar una y otra vez. ¡Voltéate y apoya las manos en la cama! le insistió, quedando él de pie detrás de ella.
    
    Cogió su cabellera con las manos y halaba de su cabeza hacia atrás mientras seguía empujando dentro de ella con gran vigor. Y luego, en vista que la falda de mi esposa le bloqueaba la visión, la despojó de la prenda. Tuvo que sacar su miembro unos instantes para que la falda pudiera caer a los pies de mi esposa, ahora sólo vestida por sus zapatos y sus medias veladas. El, ahora sí, tenía a la vista todo su cuerpo y disfrutaba ver como su miembro se perdía dentro del cuerpo de mi mujer, a veces superficialmente y a veces muy profundo.
    
    De un momento a otro sacó su pene y dice ¡voltéate y recuéstate en la cama! Ella obediente lo hace y ...
    ... él, estando ella acostada, levanta sus piernas, una en cada mano, y la penetra, empujando ahora con mucha más velocidad y vigor. Ella gime, contorsiona su cuerpo y se acaricia a sí misma sus senos mientras él continúa con sus embestidas.
    
    Ella sigue gimiendo y él, ahora, coloca las piernas de ella a los costados y deja caer su tronco sobre el de ella, quedando sus pechos en contacto mientras sigue empujando. Pasan unos minutos y le dice, ¡muévete al centro de la cama! Ella lo hace y esto permite que él pueda subirse a la cama y quedar sobre ella, en posición de misionero, poniendo sus cuerpos en contacto pechos, sexos y piernas. El sigue retorciéndose sobre mi esposa y empujando a placer mientras ella no atina a hacer otra cosa que acariciar las nalgas de aquel e insinuar con sus caricias que vaya más y más profundo dentro de ella, y que no se vaya a separar.
    
    El, ahora, preso de la excitación, la besa y mueve su lengua dentro de su boca al ritmo de las embestidas de aquel dentro de su vagina. Esto, definitivamente, la vuelve loca, la excita, parece que su pecho quisiera salirse de la piel, aparta su boca de la de Wilson y explota en un grito de placer que no cesa mientras él sigue empujando, todavía más y más aprisa, hasta que saca su miembro y deja caer sobre el vientre y pecho de ella un profuso y denso chorro blanco que extiende con su pene por todo el torso de mi excitada esposa.
    
    Todo está dicho. Mi esposa sigue sobre la cama con sus piernas abiertas y su sexo ...