1. Dominadas por un negro


    Fecha: 12/05/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... un lado a otro como queriendo hipnotizarlo con el movimientos de sus tetas): Ay, pero por favor. Venimos con muchas GAAANAS de bailar.
    
    Después de eso, ella volteó a verme con cara de complicidad mientras estaba muy pegada con el guardia dándole la espalda. Se meneó un poco y me di cuenta que le estaba frotando el CULO!!! Quedé anonadada con ello, no podía creer que mi joven hija estuviera actuando como una puta y frente a mí.
    
    Por fin el guardia accedió y nos dejó entrar. Yo comenzaba a ponerme cachondísima de recordar la nalgada que me dieron en la calle, que me hayan llamado ZORRA, recordar lo que me hacía mi ex esposo y ahora ver a mi hijita con toda la disposición de ramera.
    
    Al entrar al salón nos sentamos en unos sillones mientras tocaban salsa. Era increible cuánta gente asistió, pero más increible fue ver a otro negro (vaya suerte había tenido hoy en toparme con dos de ellos) que venía hacia nosotras. Éste no era tan alto como el guardia ni fornido. Era más bien delgado atlético y de cara de muy buen ver. Me sonrió y estiró su mano en señal de que salieramos a bailar. Yo me sentía un poco apenada de dejar sola a mi hija pero ella misma me animó. Comenzó diciendome que su nombre era Nelson. Pude percibir que también era cubano, muy probablemente por la cercanía con el caribe. Me tomó una mano y la otra la posó sobre mi cadera con parte de sus dedos tocando mi culo, pero me sentía un poco excitada con todo lo que había estado pasando. Comenzamos a bailar y era ...
    ... excelente, me movía a placer y en un momento inesperado me dio la vuelta y rápidamente se pegó a mi cuerpo mientras yo quedaba de espaldas a él. Mis ojos se abrieron pues en la división de mis nalgas quedó posado un pedazo de carne que no me lo podía creer ¡Cómo podía sentirse así con el pantalón puesto! quedé inmovil y Nelson rió. En ese momento yo ya no escuchaba la música sólo sentía ese trozo frotándose sensualmente contra mí, sentía una humedad tremenda que hacía mucho no la sentía, la piel de mis piernas quedó de gallina y mis tetas quedaron contraidas y con los pezones duros como rocas, sentía cómo mi cuerpo comenzaba a cubrirse de sudor y por mi muslo caían lentamente pocas gotas de mi sexo.
    
    Nelson: Desde que te vi me pareciste una madurita muy linda y quería sacarte a bailar, mami.
    
    Yo ya no volvía de mi estado de excitación, no sé cuánto tiempo pasó pero volteé a ver a mi niña y estaba ebria gritándole a otra muchacha que se encontraba cerca. Rápido fuimos Nelson y yo a calmarla, y pronto entró el guardia y nos pidió que saliéramos pronto luego me sorprendí de lo que le dijo Nelson.
    
    Nelson: Tranquilo, bro. Vienen conmigo, no pasa nada.
    
    Guardia: Hermano, ya sabes que si vas a traer amigas debes cuidar que se comporten.
    
    Yo: Disculpen, ya nos vamos para la casa.
    
    Nelson: Tranquila, mami. Que podemos ir para la mía y seguir la fiesta nosotros tres y que en una hora se una mi hermano.
    
    Me quedé sorprendida que ellos eran hermanos y supongo que esa hora ...