1. ¡Mira cómo me corro, papá, mira mira!


    Fecha: 16/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... Lorena:
    
    -Estamos entre amigas. A mí me da Enriqueta con una zapatilla en el culo y a Enriqueta le doy yo y le daba su padre y tu marido.
    
    Laura no se lo podía creer. Me preguntó:
    
    -¡¿Follaste con mi marido, Enriqueta?!
    
    Masturbándola, le respondí:
    
    -Jugando a ser novios.
    
    Por la cara que puso parecía que le sentara cómo un tiro.
    
    -¡Jugando a ser puta, cabrona!
    
    -Es otra manera de verlo. ¿Te azotaba alguien antes de mi hermano?
    
    -¡Vete a tomar por culo!
    
    -Cada cosa a su tiempo. ¿Quién te azotó por primera vez?
    
    A ti qué coño te importa! ¿Te follaba a ti tu padre después de azotarte?
    
    -Sí, me azotaba, me hacía tocamientos y me follaba. ¿Y tú follaste con tu padre?
    
    -No, yo no soy tan pervertida cómo tú.
    
    -Yo creo que sí, creo que te lo follaste. Dime la verdad.
    
    Mi dedo dentro de su coño acariciaba su punto G y se encharcaba. Laura ya estaba tan cachonda que comenzó a cantar.
    
    -Follaba con mi hermano después de calentarme el culo mi padre con su pantufla.
    
    Seguí insistiendo.
    
    -¿Y con tu padre al ponerte cachonda?
    
    -Cachonda estoy ahora, si sigues masturbándome me voy a correr.
    
    -No me respondiste.
    
    -¡Sí, follé con él, pesada! Me calentaba tanto su pantufla roja con aquel piso amarillo de goma que me dejaba las nalgas en carne viva que acababa follándolo hasta que la polla le quedaba cómo un guiñapo.
    
    -Joder, Laura, me estoy mojando al oírte.
    
    Lorena, que era una chismosa, dijo:
    
    -Y yo. Ya que estamos de confesiones. ¿Cómo ...
    ... empezaste a follar con tu hermano?
    
    -¡Ay que me corro!
    
    Dejé de darle dedo. La seguimos besando en el cuello y en la boca, y le dije:
    
    -Cuéntanos.
    
    -Fue después de calentarme el culo mi padre. Como después de azotarme y hacerme tocamientos, si había alguien en casa, siempre iba a su habitación... Una vez que dejó la puerta entreabierta lo espié y vi cómo se masturbaba su gran polla -le volví a dar dedo-, llegó mi hermano, vio lo que estaba haciendo, me levantó la falda, me bajó las bragas y... ¡Ooooh! ¡¡Me corro!!
    
    Se corrió apretando las piernas, temblando cómo una descosida y buscando nuestras bocas, bocas que no le dimos para su desesperación.
    
    Después de correrse, Lorena le quitó la chaqueta y la blusa y yo le quite los zapatos, el cinto y los pantalones. Puse mis manos sobre sus hombros para hacer que sentara en una silla, quité las bragas, puse una pierna encima de la mesa, el coño cerca de su boca, quité el vibrador pringado de jugos, se lo puse en los labios y le dije:
    
    -Chupa.
    
    No le hizo ascuas, lo chupó bien chupado, Luego puse el vibrador sobre la mesa, le acerqué el coño a la nariz, y le dije:
    
    -Huele
    
    Olió profundamente.
    
    -Me pone cachonda el sabor y el olor de tu coño. Soy muy mala. ¿Vas a azotarme?
    
    Le restregué el coño en la cara y después me senté en otra silla.
    
    -Échate en mi regazo.
    
    Se echó sobre mis rodillas. Lorena cogió dos pinzas de tender la ropa y una cuchara de palo con una pala cómo una mano. Le puso la pinzas en los pezones, ...
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