1. ¡Mira cómo me corro, papá, mira mira!


    Fecha: 16/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... diez minutos volvieron a llamar a la puerta. Desnuda fui a ver quién era, abrí la puerta y allí estaba Laura vestida con su uniforme de guardia civil, con unas esposas en las manos y una pistola en la otra. Me comenzó a latir el coño. Empujó por la puerta, me dio la vuelta y me puso las esposas en una mano. Ahora el coño y el ojete se me abrían y se me cerraban cómo si estuvieran buscando aire. Cerró la puerta de una patada y caminado detrás de mí fue hasta la habitación.
    
    Mi habitación no es gran cosa, está pintada de blanco solo tiene una cama grande, un espejo en una pared, un armario, una mesita de noche con una lámpara encima, una cómoda, una alfombra persa de imitación y unas cortinas de flores en la ventana
    
    Lorena estaba desnuda sobre la cama, al ver a Laura con la pistola en la mano y a mi esposada exclamó:
    
    -¡Coñooo!
    
    Laura con voz autoritaria, le dijo:
    
    -¡Levántate y vístete!
    
    Le dije a mi prima:
    
    -Ni caso, Lorena. A Laura le quedó la boca dulce y viene a follar.
    
    Laura la apuntó con la pistola, y le gritó:
    
    -¡Qué te levantes y te vistas, hostias!
    
    Lorena sabía tan bien cómo yo que no iba a disparar. Le dijo:
    
    -De eso nada, yo sigo los consejos de mi abogada, y si ella dice que te quedó la boca dulce y vienes a follar, es por qué te quedó la boca dulce y vienes a follar.
    
    Laura, sorprendida, me preguntó:
    
    -¿Por qué piensas que vengo a follar con vosotras?
    
    -Porque si vinieras para llevarnos al cuartel no cerrarías la puerta detrás ...
    ... de ti con una patada y además hubieras pedido ayuda -la cogí por el cuello con la mano libre-. Quita esa mierda de mi mano.
    
    Me puso la pistola en el vientre, y mirándome a los ojos con cara de mala hostia, me dijo:
    
    -Suéltame el cuello o te reviento.
    
    Lorena vino a nuestro lado, le apartó la pistola para un lado, levantó una mano con la palma abierta, y le dijo:
    
    -¿A qué esperas para quitárselas?
    
    Muy a su fingido pesar me quitó las esposas, y me dijo:
    
    -Si llego a saber que iba a pasar esto cargo la pistola.
    
    Le di una bofetada sin dejar de apretar.
    
    -¿Venías a follar?
    
    -No te voy a decir lo que quieres oír.
    
    Lorena le quitó la pistola y el tricornio y los puso encima de una silla. Laura cerró los ojos y se le escapó un gemido. Lorena, me dijo:
    
    -¿Crees que le va la marcha?
    
    -Mucho, mi hermano es un masoquista de cojones.
    
    -En ese caso dale más.
    
    Le di otra bofetada, le cogí los mofletes, se los apreté, la morreé y le pregunté:
    
    -¿Con qué te da mi hermano?
    
    -Tu hermano no me pega.
    
    -¡Mientes! ¿Con qué te pega?
    
    -No te lo voy a decir.
    
    Le escupí en los labios, la morreé yo, la morreó Lorena, e insistí:
    
    -¡¿Con qué?!
    
    -Son cosas íntimas.
    
    La besamos las dos en el cuello. Lorena le magreó las tetas y yo le bajé la cremallera del pantalón, le metí una mano dentro de las bragas y con la yema de mi dedo medio la masturbé frotando sus labios vaginales y metiendo y sacando mi dedo medio en la vagina. Apretando sus pezones, le dijo ...
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