1. Un fin de semana en la playa con mi tía y un plan perfecto


    Fecha: 15/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Todo lo que relataré a continuación es una historia verídica y un secreto guardado desde hace ya bastante tiempo motivo por el cual me he decidido a sacarlo a la luz.
    
    Cambiaré algún lugar y los nombres con la esperanza de que el secreto siga a buen recaudo pero trataré de sacar a relucir lo esencial que es lo verdaderamente importante
    
    Lo primero es ubicar los hechos en el tiempo, para ello tenemos que hacer una pequeña regresión en el tiempo e irnos unos 13 años atrás.
    
    Yo por aquel entonces era un universitario, moreno de 1,76 m de altura bajito pero con buena planta y rasgos marcados, se podría decir que no estaba mal y tenía mi “público”
    
    Mi madrina que en realidad era mi tía segunda tendría por aquel entonces 47 años, físicamente una mujer con buen tipo, delgada y bastante alta.
    
    No se trataba de una mujer espectacular o que destacase por su exuberancia pero tampoco se podría decir que fuese fea ni mucho menos.
    
    Lo importante del relato es que por la diferencia de edad y por su carácter jamás de los jamases había habido entre nosotros el menor flirteo.
    
    Además no vivimos en la misma ciudad con lo que en realidad sólo nos veíamos de ciento en viento.
    
    Todo lo que ocurrió lo tuve que ir motivando poco a poco con el consiguiente riesgo que ello suponía.
    
    Marian mi madrina siempre ha sido una mujer soltera muy risueña y disfrutadora de la vida en el buen sentido. Imagino que habrá tenido sus ligues y parejas eventuales pero yo no los he ...
    ... conocido.
    
    Cuando digo disfrutadora de la vida me refiero a su carácter muy alegre, muy hablador siempre viajando de aquí para allá.
    
    Economicamente ella nunca ha dependido de nadie, ha tenido su trabajo que le ha permitido tener su piso y en esa época de la que hablamos pudo comprarse un pequeño apartamento en una zona costera del mediterráneo.
    
    Continuamente me solía decir:
    
    -Ahíjado te tienes que venir a la playa que hay muy buena marcha con muchas chicas jóvenes, tu vienes y sales por allí con total libertad.
    
    Realmente fue muy insistente pero quiero volver a recalcar que estoy totalmente seguro que ella lo decía sin ninguna oscura segunda intención.
    
    Ella me trataba como una madre sin la obligación de tener que ocuparse de mi educación lo que la otorgaba la libertad de hablar conmigo de mis ligues como si fuese una amiga.
    
    El caso es que tal fue la insistencia y como todo sea dicho el plan de playa y salir de marcha no era malo al final todo se organizó para una semana Santa que hoy ya se pierde un poco en el tiempo.
    
    Quedamos en Barcelona dónde pasé la noche en su piso en su habitación de invitados pero esta parte de preparativos y logística me la voy a saltar por carecer de importancia.
    
    A la mañana siguiente me puse al volante de su coche y nos desplazamos por carretera hasta la costa de Benidorm.
    
    Yo en plena efervescencia hormonal universitaria alguna vez había fantaseado con ella pero realmente la situación parecía tan poco propicia que ni se me pasaba por la ...
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