1. La tribu


    Fecha: 14/01/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Forman, Fuente: CuentoRelatos

    ... pequeños pechos. Muy alejada de mis generosas formas. Pero extraordinariamente bella.
    
    Se le veía contento pero paradójicamente era el más asiduo a que lo bendijera.
    
    -Otra vez aquí, Ahmed?
    
    -Vengo a...
    
    -Si. Ya lo sé. A que te bendiga con el cuento...
    
    -Es que...
    
    Saqué su polla y comencé a chupársela a lo que se alivió en mi cara bajo 3 o 4 descargas.
    
    Cuando venía Yogurtu de cazar rara vez no me follaba. Lo hacía poco a poco y una vez ensartada por sus 20 centímetros de madero se quedaba quieto con el dentro y besándome para luego moverlo fuerte y sin compasión. Tenía el vigor de un león indómito y su gran rabo chocaba con las paredes de mi útero proporcionándonos un placer difícil de describir. Así, mudaba de un orgasmo a otro con ese viril hombre que de todos los de la tribu era el mejor.
    
    Un día, un helicóptero Apache aterrizó en mitad de la selva y los exploradores de Yogurtu dieron aviso a su jefe.
    
    Bajaron 8 militares rapados al cero con 8 fusiles de asalto M-16 adentrándose en la selva. Ese helicóptero si hubiese querido habría destrozado la aldea hasta los cimientos.
    
    Yogurtu dio orden a sus guerreros de apuntar a esos intrusos con sus cerbatanas y arcos. La verdad es que de esa guisa aquellos militares hubiesen durado lo que un jesús ahí en la selva. Pero el helicóptero hubiese hecho su trabajo.
    
    Me subieron a un trono y todas las mujeres, niños y ancianos me rodearon.
    
    -Mi madre, Carlos...
    
    -Estos salvajes han convertido a Gloria en ...
    ... una diosa...!! Ese de los ojos azules debe ser el jefe...
    
    Yogurtu se acercó al comandante de un helicóptero que ya había apagado sus rotores en son de paz.
    
    -Buscamos a Gloria.
    
    -No se llama Gloria, se llama Gela. Yo soy Yogurtu el rey de la selva y ella es la reina. Tradujo Ahmed.
    
    -Tenemos orden de rescatarla.
    
    -Preguntadle a ella. Yo soy músico y me acuesto a las 8. Dijo Yogurtu.
    
    Bajé de mi trono y me dirigí hacia esos hombres diciéndoles no quería irme. Estaba completamente desnuda.
    
    El oficial miró de soslayo mis pechos y pubis para subir su mirada dirigiéndola a mis ojos. Una mirada penetrante hecha para mandar como la de Yogurtu.
    
    -Pero usted sabe que llevamos años buscándola. Usted tiene idea de lo que cuesta solo arrancar ese helicóptero?
    
    -Me da igual. No quiero volver.
    
    -Y usted? Dijo el oficial a Ahmed.
    
    -Yo, menos.
    
    -Vamos, chicos. Esto está muy claro... Misión cumplida. Mañana les traeremos una emisora que funciona a pedales por si al caso algún miembro de esta ignota tribu necesita algo algún día.
    
    Al otro día volvieron con la emisora. Fueron recibidos entre vítores, pompas y circunstancias y se quedaron unos días con nosotros. También trajeron medicinas y víveres así como collares para las mujeres y chocolates sin cuento para los pequeños.
    
    No trajeron armas. Para qué?
    
    Y no... Aquellos habitantes no les ofrecieron mi fertilidad a aquellos soldados...
    
    Mi fertilidad era de ellos... Y esa carretera nunca llegó a construirse. 
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