1. Entrenada por los muchachos


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: EmmaReyRey, Fuente: CuentoRelatos

    ... dado cuatro pasos cuando comenzaron la sarta de silbidos y sandeces de parte de quien estuviera al otro lado de la calle o de los que pasaban a un lado del quinteto atómico. “Qué ricas tetas, mamacitas”, “qué culos”, “¿cuánto cobran, putas?”, “¿quieren verga?”, decían entre otras cosas, incluso hubo alguien que pasó por su lado y se sacó una verga obscura y poblada de vellos negros y rizados y la sacudió frente a ellas, pero las chicas siguieron caminando y se rieron de él, haciendo que otros hombres a su vez se burlaran del exhibicionista. Ellas eran como diosas en ese barrio, todos las deseaban y querían entrar en sus coños adolescentes pero ninguno tenía el privilegio, sólo podían verlas contonear sus culos y sus tetas con exageración mientras andaban e intentar ver sus bragas debajo de sus faldas, y el coño de Ángel, la que nunca usaba bragas.
    
    Llegaron a un callejón entre un hotel y una librería, había dos cajones para la basura y un vagabundo al lado que al verlas llegar se sacó el sombrero roído y las saludó.
    
    —Buenas tardes, mujercitas, que la pasen bien hoy —dijo el vagabundo.
    
    —Buenas tardes, Raúl, gracias —dijo Sabrina, las demás la siguieron.
    
    —¿Habrá suerte para este viejo hoy?
    
    —Hoy no, Raúl, quizá otro día. —Ésta vez fue Ángel la que respondió—. Jugamos con Raúl a veces, pero sólo cuando queremos salir de la rutina. Nos da morbo porque es viejo y huele mal, pero no te engañes, está bien dotado, quizá un día lo descubras tú misma.
    
    Daniela se ...
    ... estremeció al pensar en estar con un hombre tan sucio y de mal aspecto como Raúl el vagabundo, el padre Felipe era siempre aseado y de buen ver. Tenía cuarenta años, llegó a la parroquia dos meses antes de que ella se fuera pero Felipe había continuado con su instrucción, esta vez usando las horas del confesionario para enseñarle a complacerlo. La ponía de rodillas y mientras él se sentaba en el pequeño espacio le pedía que se abriera la camisa y le mostrara los pechos, él hacía lo mismo abriéndose la sotana y mostrándole un miembro rojo y largo con las venas marcadas.
    
    Era una imagen morbosa ver a Daniela con las tetas al aire y al sacerdote en su hábito pajeándose frente a la joven, dándole órdenes de besarle la verga como parte de su acto de contrición y luego mamarle hasta que se corriese en su cara, felicitándola después por sus buenas acciones, la recompensaba dejándola sentarse en su verga y frotarse con ella mientras él le comía las tetas hasta hacerla gemir de gusto y ponerse colorada como un rábano.
    
    Las chicas la volvieron a traer de su distracción cuando la detuvieron en la entrada en un bar, aunque a simple vista sólo tenía el letrero con luces neón para diferenciarlo en esa pocilga. Le desabrocharon los botones de la polo, le revolvieron el cabello un poco soltándole los broches con que los sujetaba y le subieron aún más la falda.
    
    —Ahora estás presentable —dijo Sabrina.
    
    —¿Eres virgen, Rabanito? —preguntó Katan, obteniendo miradas desaprobatorias de parte de ...
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