1. Me metí en la cama de un compañero.


    Fecha: 09/01/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... succionar; mmm, que delicioso, su sabor, su textura, su dureza, tenía tanto antojo de una verga así y me la estaba comiendo.
    
    Él comenzó a marcarme el ritmo con una mano en la cabeza y con la otra levantó mi pijama para acariciarme lo pechos. Cuanto placer de verdad estaba ahí con comiéndome a ese hombre y él lo estaba disfrutando, me moría de ganas por sentirlo dentro de mí, lo estaba gozando mucho.
    
    Cuando sentí como mi excitación escurría en mi entrepierna hacia mis muslos me detuve, tome aire y aproveché para sacarme por completo la pijama, seguí masturbándolo y al tiempo que me acomodaba sobre él. Como respuesta él apretó mis pechos en sus manos, y yo solté un gemidito, amaba esa sensación, me encanta que a pesar de que tengan manos grandes no puedan agarrarlos del todo. Me incline hacia enfrente, y mis pechos quedaron a la altura de su cara, tomo uno y metió mi pezón a su boca, mi reacción fue inmediata, sentí como un golpe de energía me recorría, todo mi cuerpo se contrajo y mi vagina me exigía ser llenada, ya no aguantaba, por eso me había parado hasta su cama. Me separe un poco, acomodé su pene y me deje caer.
    
    Estaba muy mojada y después de haberme masturbado no le costó trabajo entrar, así que sentí como me iba abriendo conforme entraba, llenándome toda. Otro relámpago de placer recorrió mi cuerpo, que rico era, mmm, aaaa, mi primer orgasmo llegó solo con sentirlo dentro de mí.
    
    Mi vagina reaccionó y lo apretó ansiosa de sentir más, me incliné ...
    ... nuevamente hacia enfrente para que pudiera comer mis pechos, lo que hizo son dudarlo, primero uno luego el otro, al tiempo que yo me movía hacia enfrente y atrás con un ritmo suave, esa posición, estando yo arriba mientras me besan pechos me hace sentir tan excitada.
    
    Estando así aprovecho para darme una nalgada, y tuve que aguantarme un grito, solo respingue, recordé que en las habitaciones contiguas estaban los demás chicos y no quería que escucharan mi travesura, como me había metido con él, no quería que supieran que tan atrevida había sido, sin embargo lo estaba gozando y no me arrepentía de nada.
    
    Seguí moviéndome aumentando la velocidad, sintiendo como me llenaba una y otra vez, cada vez un poco más, tenía que contener mis gemidos y sólo se escuchaba nuestras respiraciones aceleradas.
    
    Me enderece y continué con el movimiento pero ahora de arriba hacia abajo mientras sentía como llegaba más adentro de mí. Mis senos rebotaban y el los acariciaba, los apretaba, cuando me di cuenta que un segundo orgasmo estaba por llegar, pero más intenso que el anterior, comencé a moverme más rápido, más, mas, y más; que rico era sentirme así, con un rico pene dentro, comiéndomelo una y otra vez, con el placer llegando a cada parte de mi ser, mientras él disfrutaba de mí y a apretar más para vaciarlo en mí.
    
    Había perdido la noción del tiempo, el sudor corría por mi cuerpo, y solo me envolvía el placer, estaba a punto de tener un orgasmo de nuevo, por lo que comencé a moverme ...