1. Primer ligue en un restaurante


    Fecha: 06/01/2022, Categorías: Gays Autor: giacomo319, Fuente: CuentoRelatos

    ... en el estacionamiento- contesté -¿Hay lugar para estacionar cerca de dónde vives?- Pregunté, -sí, hay lugar para invitados en el condominio donde resido- contestó. Me había gustado su plática, era una persona educada y culta, se notaba que no tenía muchos prejuicios y era interesante, por lo que acepté su segunda invitación. Lo de llevar el coche fue un poco más para poner un pretexto y dejarlo en su casa si veía que el lugar donde vivía no era de mi agrado o no me hacía sentir seguro.
    
    Salimos, pagué el estacionamiento y nos subimos al coche, vivía a dos cuadras en un condominio muy agradable, entramos al estacionamiento, bajamos del coche y nos dirigimos al elevador, seleccionó el piso 8, salimos e ingresamos al departamento. Tenía apenas unos pocos muebles y se notaba que no había tenido tiempo de desempacar todas sus pertenencias, había algunas cajas cerradas en distintos puntos del departamento. Aun así, el lugar era agradable.
    
    Se dirigió a una especie de cantina y comenzó a preparar su especialidad, un par de Gin & Tonic, noté en la mesa que tenía un pequeño molinito que se usa para moler hierva -¿Y este molinito?- pregunté mientras se acercaba orgulloso con el par de tragos, -vieja costumbre, a veces me gusta fumar para relajarme- contestó, le dije que a mí también me gustaba fumar algo de vez en vez y de inmediato saco un porro ya forjado de una pequeña caja que también se encontraba sobre la mesa -trago y truco ¿Se te antoja?- preguntó, -pasémosla bien un ...
    ... rato- contesté. Me entrego mi trago, lo probé y si, era un experto en su preparación, sabía deliciosos y con el calor que hacía, con mucho hielo, me cayó de perlas. Encendió el porro, le dio un par de buenos jalones y lo compartió, hice lo mismo, así estuvimos hasta acabarlo. Comencé a sentir el efecto de la hierba, mientras disfrutaba de mi bebida, él hacía lo mismo.
    
    Ya sentados, en el mismo sillón, platicando, noté que su entrepierna se había abultado y me excite mucho al ver que se notaba la forma de su pene, debajo del pantalón, bajando por sobre su pierna derecha. Traté de que no notara que lo veía, por lo que fijé mi mirada hacia un cuadro que estaba sobre el piso, apoyado en una pared. Él se dio cuenta -¿Tienes novia? ¿Estás casado?- Preguntó, -no, divorciado, soltero y feliz- contesté, -y ¿Tú? Pregunté, -no, mis amores los dejé en Venezuela- Contestó, - y ¿Ya has salido con alguien aquí?- pregunté, -lo estoy haciendo contigo ahora- contestó. La respuesta me tomó por sorpresa, pero me agradó, parecía que una rutinaria salida a comer, se iba a convertir en una deliciosa tarde se sexo.
    
    Alzó su copa para brindar, choqué la mía contra la de él -salud y amor- le dije, -salud y sexo- respondió. Tomamos un trago, con los labios húmedos se acercó a mí, a distancia suficiente para que yo me acercara y lo besara, lo cual hice para aceptar el sutil cierre de trato, sus labios eran muy carnosos, estaba muy bien rasurado, no sentí que me raspara su barba y comenzamos a juguetear ...
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