1. Disfrutando de un joven estudiante


    Fecha: 11/12/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... pecho contra el de él mientras este seguía embistiéndole, cada vez con más vigor y velocidad.
    
    De repente aquellos fundieron sus cuerpos todavía más. Ella apretaba y restregaba las nalgas de él, atrayendo su cuerpo hacia ella y pareciendo dirigir el ritmo de sus embestidas. Y el, excitado como estaba, solo quería besar a mi mujer, una y otra vez, tal vez jugando a que su lengua fuera acompasada con las embestidas de su pene en la húmeda y excitada vagina de ella.
    
    Pasados unos instantes, las embestidas de aquel macho se hicieron las fuertes, los besos entre los dos más profundos y las caricias de mi esposa en las nalgas de su amante más intensas hasta que, llegados a la cúspide del placer, ambos se detuvieron, como paralizados, y se quedaron allí, abrazados y fundidos en un largo e interminable beso… La pérdida de la erección marcó la retirada de aquel muchacho y las piernas de mi esposa se juntaron, definiendo que aquella aventura había terminado, por ahora…
    
    Pensé que la faena iba a continuar, pero no, el muchacho se dirigió ...
    ... al baño, y poco después escuchamos el ruido del agua saliendo de la ducha, lo cual daba por entendido que, para aquel, el episodio había terminado. Esperamos a que saliera de la ducha, y lo vimos como de dirigió hacia su ropa para vestirse, sin poner mucha atención en nosotros, que le observábamos.
    
    Mi esposa, entonces, hizo lo mismo; solo que ella recogió su ropa y entro al baño con todo el ajuar, dispuesta para salir de allí totalmente vestida. Y así fue… bañada y vestida, como si fuera a iniciar de nuevo otra nueva faena. ¿Qué tal estuvo? Le pregunté. Bien. Pero no te notó muy entusiasmada. No… contestó. Todo bien. Tú sabes que yo disfruto a plenitud cada oportunidad. Sí, me he dado cuenta, le respondí. Y ambos nos reímos. Aquel ni se dio por enterado del apunte.
    
    Salimos de aquel lugar, dejamos a nuestro invitado donde le recogimos y finalizó la aventura por aquella noche. Y, ciertamente se cumplió lo que había dicho mi esposa previamente, pues la intención era conocer bien a aquel muchacho. Y a fe que lo hizo, y en profundidad. 
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