1. Demasiado puta para no ser infiel


    Fecha: 08/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... disculpase, me dejo ver el wasap, “te conoce de un día y piensa lo mismo que yo, que eres una gran puta, aunque no quieras admitirlo, me está cayendo bien. Ojala tenga un pollón que te destroce el culo que mi polla ya no la notas que te has acostumbrado. Me dan ganas de salir y decirle que te azote hasta que se reviente la mano” ella delante de mí le contesto, “no sé cómo la tendrá, no será difícil que la tenga más grande que la tuya y me empieza a preocupar verte deseando ver cómo me follan para que te salgan los cuernos” leer eso me dio alas. La ordene que se pusiera de rodillas en el sillón, ella montaba una “resistencia” fingida y como si tuviéramos un forcejeo. Me fui a la puerta del salón y la deje bien abierta, por si su marido se atrevía a salir y mirar. Ya estaba colocada y la azotaba con las mallas puestas, ella se quejaba sin parar. Hablaba con un volumen de voz para que no se notara fingido y el marido lo oyera, parecía más una voz dominante. “Ahora vas a dejar de protestar, voy a bajar esas mallas y ver como tienes ya el culo, porque quiero dejártelo tan rojo como la lata de coca cola que ahí en la mesa” ella decía que no y le baje las mallas, tarde en reaccionar, ante un culo así había que hacer una reverencia antes de follárselo. Le quedaron por debajo de los muslos, no llevaba bragas y lo acaricie, una piel suave, unas nalgas duras, llegaron los azotes uno tras otro.
    
    Ya se dejó de fingir y sus gemidos eran sonoros. Vi que alguien se movía junto a la puerta. ...
    ... No se había podido resistir, estuve a punto de llamarle, pero si él quería que el juego fuera así, pues que fuera. Para que gaspar lo viera, empecé a follar el coño de su mujer y su culo, los dedos entraban con suma facilidad y ella ya solo pedía que le diera todo y de todo. Me la hubiera podido follar en ese mismo momento, pero el marido no hubiera tenido una buena visión, había que hacerle disfrutar a él también. Le dije vamos a tu cama, vi la figura del marido salir echando chispas. “El cornudo nos ha estado viendo” ella sonreía viciosa perdida. Fui metiéndola los dedos en el coño y en la puerta que se suponía que estaba su marido, nos paramos y nos morreamos a todo meter. Debió tener una visión privilegiada, de su mujer con las mallas a medio bajar, conmigo metiéndole los dedos en su coño y morreándonos.
    
    Dejamos la puerta abierta, me quede de espaladas a ella. Le ordene a Nuria que se desnudase y no la había descrito del todo, lo hare ahora. Melena oscura por debajo de los hombros. Tetas grandes algo caídas, pezones rosa oscuro y grandes, tanto la aureola como el pezón en sí. Piernas largas y muslos bonitos, un triángulo invertido en su pubis con el pelo muy recortado. Le estire un brazo para que se acercara, quería quitarse los tacones y no la deje. Se veía mejor con ellos. Me había desnudado de arriba, el resto se lo dije para que lo hiciera ella. Cuando le puse mis manos en sus hombros lo entendió, se agacho. Su marido no podía ver nada mas que ella estaba agachada ...
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