1. Juegos sexuales con mi novia Liz, Isaías


    Fecha: 05/11/2021, Categorías: Intercambios Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    ... su orgullo, los gemidos de Selín aumentaban.
    
    No dije nada, nos seguimos besando y los gemidos de Selín que nos daban vergüenza, ahora nos ponían cachondos, ellos en serio estaban follando, incluso podíamos escuchar aquella cama rechinar un poco. Monté a Liz estilo misionero, me besaba el cuello y movía la cadera rápidamente para estimularme, le apretaba el culo con ambas manos y la restregaba desesperadamente con más fuerza contra mí, escuchamos al otro lado los típicos aplausos sexuales, esos sonidos de penetraciones húmedas y rápidas comenzaron a venir de la otra habitación.
    
    —Así podrías estar gimiendo tú ahorita — dije con la voz entrecortada, los escandalosos gemidos de Selín de fondo, ella me miró fijamente.
    
    —Si me ha dicho — dijo nerviosa, evitaba mi mirada y se retorcía un poco cuando le restregaba con fuerza la verga.
    
    —¿Que cosa? — pregunté honestamente, ella no captó lo que dije.
    
    —Que si quiero Isaías me puede follar — dijo rápidamente viéndome a los ojos, esperando reacción, mi comentario ni siquiera iba por ahí, me tomó con la guardia baja, me dio un escalofrío.
    
    —¡¿En serio?! — pregunté histérico y me dejé caer sobre ella.
    
    —Me ha dicho que podríamos hacer un trio con él — decía sin vergüenza, todo parecía tan surreal y repentino, la verga me iba explotar.
    
    —¿Que más te ha dicho? — pregunté desesperado, ella se retorcía, sin duda disfrutaba el morbo como combustible — ¿Que más han platicado? No me enojaré — dije histérico, me acosté sobre ...
    ... ella y comencé a lamer su cuello, sabía que eso la desarmaba, ella se retorcía y me apretaba una nalga, me acariciaba la espalda con la otra mano.
    
    —Tiene buena verga el wey, ella me enseñó una foto — decía con la voz quebrada, tomaba mi verga y la metía dentro de sus cacheteros, pero sin penetrarla, piel contra piel, me restregué con más fuerza aún, se le escapó un gemido y yo la compensé embistiéndola más fuerte aún — Isaías dice que tengo lindas nalgas — dijo con firmeza restregándome la concha contra la verga.
    
    Me dio un escalofrío y como si hubiera un director porno dirigiendo todo eyaculé sobre su ombligo al mismo tiempo que Selín paraba su festival de gemidos. Me quedaba sobre ella recuperando la respiración, ella me acariciaba la espalda y después de algunos segundos me retiré y acosté a lado de ella, ella limpiaba su ombligo con pañuelos. Se recostó sobre mi pecho y de pronto todo parecía demasiado silencioso, no decíamos nada, le tomé firmemente de una nalga y ella estaba en silencio sobre mi pecho.
    
    —¿En serio haz visto su verga? — pregunté nervioso rompiendo el silencio.
    
    —Si... — decía ella sin levantar la cara de mi pecho.
    
    —¿Por qué? ¿Cómo? — pregunté casi molesto, ella no se movió, supongo que sabía que esa sería mi reacción, bajé la velocidad, prefería saber que acusarla de nada — ¿Cómo sucedió o que? — exigí respuesta intentando ser suave.
    
    —Pues... Selín me enseño fotos — paraba un segundo — Sólo por desmadre, él no sabe, te lo juro — dijo ...
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