1. Historias del despacho


    Fecha: 24/10/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... que cambiaría mi vida. Eran tiempos con mucha carga de trabajo, mis días como becaria habían quedado atrás y las responsabilidades me llovían a granel.
    
    La noche llegaba puntual oscureciendo los hasta los últimos pisos edificio, haciendo encender las luces autónomas del inmueble. En contraste, ahora, los fríos de fin de año se anticipaban haciéndose presentes en esporádicos días, cada vez más comunes.
    
    Mi hora de salida llegaba y el trabajo no terminaba. Aún terminaba de archivar algunos documentos cuando se acerca mi jefe a mi puerta con su fiel manía de tocar la puerta y abrirla enseguida sin esperar respuesta, encargándome que diera cierre al despacho pues él se marcharía ya mismo.
    
    En realidad no me molestaba nada, acostumbrada estaba a su falta de modales ante la privacidad de una dama, y aunque no lo hiciera con ese fin, tampoco me enfadaba quedarme hasta tarde, de hecho me gustaba; me daba tiempo de terminar con mis pendientes en solitario y sin presiones, lo que a su vez me otorgaba el lujo de llegar un poco más tarde el día siguiente.
    
    No era la primera vez que me encargaba cerrar el despacho, siendo que cada piso tenía su propia llave y cada jefe de piso era responsable de su área. Responsabilidad que esa noche me correspondía a mí. Sin más acepté guardándome la lleve en mi bolso al recibirla de manos de mi contratista, mirándole marcharse gustoso.
    
    En tanto regresaba a mi escritorio sin cerrar la puerta escuchando con toda claridad los pasos de mi jefe ...
    ... alejarse más y más. Pero entonces sus pisadas se desviaban, segura estaba de escucharle subir por las escaleras al último piso del despacho. Creí que iría a despedirse de su superior, aunque no le escuché bajar de regreso.
    
    Habrían pasado un par de minutos cuando encontré un documento sin la firma de mi jefe, sabiendo que aún estaría arriba, lo tomé rápidamente y me apresuré a subir.
    
    Con prisa salía de mi pequeña oficina cuando un pequeño grito se escuchaba a lo lejos. Asustada en medio del solitario edificio me detuve en seco, por mero instinto caminé despacio intentado hacer el menor ruido posible con mis botas altas negras esperando escuchar de nuevo aquel siniestro quejido.
    
    Caminaba expectante rumbo a las escaleras, todas de madera, cuando escuché de nuevo aquel lamento, aunque más que eso, ahora me era más parecido a un gemido erótico lo que me hizo exaltarme.
    
    Entre miedo y excitación subía lentamente las escaleras, peldaño a peldaño con la punta de mis botas, dejando el tacón alto fuera del borde para silenciar mis pasos por completo. Al llegar a los últimos escalones, justo cuando mi cabeza rebasaba el plano para poder mirar el último piso, pude ver los zapatos de mi jefe justo enfrente de mí, dentro de uno de los cubículos de la oficina central.
    
    Aliviada y ya pasado el susto, escalé un par de pasos más arriba cuando una escalofriante escena me detuvo de nuevo. Completamente asustada e impactada me quedé, al ver a mi jefe de espaldas con los pantalones y ...
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