1. Alba


    Fecha: 18/10/2021, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... otra cosa mejor…, ella se retorcía de placer, emanaba de ella a cada vez más fluido, él se divertía de escuchar sus gemidos y como se detenía en la letra m a cada vez.
    
    Ya mismo ella llegaría, así que se arrodillo a su vera, ella le cogió el pene con fuerza, lo estiro y lo relajo, con potencia, que él tuvo que sosegar a golpe de lengua en sus labios mordisqueados y sin pintalabios ya. El control de la fiera que tenía en la cama no era fácil, le estaba dando que hacer, solo atendía a golpe de estímulos, le gustaba el juego tal como a él. La tenía entre sus dedos, solo con presionar, ella se correría, pero la quería dejar ahí, ahí, hasta que el estuviera en su mismo punto. Se arqueo y el aprovecho para pasar el brazo detrás y voltearla hábilmente.
    
    Le quito la almohada y se la puso en vientre, así con el culo en pompa, él se montó en su trasero, ella notaba en el surco de sus nalgas como él se deslizaba, y por fin bajo el pene… ahora se deslizaba entre sus pliegues, mas húmedos y más calientes a cada vez…estaba a punto de correrse pero Juan no la dejaba…le espeto un “follame” y el en respuesta le volteo la cara para mirarla. En ese momento, se hundió en ella y pudo ver como sus rasgos se aliviaron por placer.
    
    No quería algo fino o sofisticado, ahora el bestia era el, empezó a empotrar, con ganas, con malas y buenas sañas, ella gemía , mordía el nórdico, pero él no paraba, ella quería quedarse y zafarse a la vez, su polla grande, enorme , la llegaba hasta el final y casi ...
    ... era doloroso, pero quería más, no podía resistirse a esa agonía.
    
    Cada vez que se movía para salir Juan se balanceaba y la aplacaba con más potencia, y cada vez era más duro en sus movimientos y más violento si cabe. La tenia atrapada con el brazo por medio pecho y la mano en el hombro, no podía escapar, y lo sabía. Le daba rabia y placer, todas las emociones mescladas, no hacía más que en su polla dentro de ella.
    
    Gemía y respiraba tan intensamente que era como escuchar a un caballo a galope, el aire era denso, olía a aceite, y a sexo. No dejaba de embestir y a cada vez se hundía más y más y cada vez ella se arqueaba más y más, en protesta, y así llegaron al clímax.
    
    Se tumbó y la miro, y ella quito la almohada y se quedó mirándole. Quien era ese tío, que la había embrujado, controlado en todo momento, donde estaba, y porque mierda no se había puesto un maldito condón. Ella estaba sana, más que nada porque con la mano podía contar con quien había estado y este no era el quinto precisamente.
    
    Juan se levantó, fue a por agua y le ofreció un botellín, sonriéndole…entonces le dijo:” Maria, increíble esto, ¿no te parece? me voy a la ducha, vente si quieres. Ella le sonrió volteo la cara. Mientras le escuchaba irse, empezó a pensar en escapar, escucho el agua y ya estaba medio vestida, se retoco en el baño mientras estaba en la ducha, detrás de la mampara de cristal y Juan se percató y salió, se lio la toalla mientras ella no le dejaba de mirar, enfadada, y le pregunto : ...
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