Fin de semana en londres
Fecha: 03/10/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nosotros que nunca haya mentiras.
Me empujó encima de la cama, se desnudó, vi su cuerpo, un cuerpo espectacular, y me dijo:
-Me voy a dar una ducha.
Me había calentado y me dejaba en boxers y con la polla dura.
-¡Serás traviesa!
Se dio la vuelta, meneó el culo, y sonriendo, me dijo:
-Las cosas buenas se hacen esperar.
Mientras estaba en la ducha puse un albornoz y pedí una botella de Rioja tinto. Al salir del aseo, solo con una toalla puesta, le ofrecí un copa de vino. Con su eterna sonrisa en los labios, me dijo:
-Tú sin el vino no pasas
-Hoy es un día de vino y rosas.
-¿Rosas?
-Sí, tu eres la rosa mas hermosa de mi jardín de sueños.
-¿Por qué me dices esas cosas tan lindas?
-Por que no sé decirlas mas hermosas.
Al lado de la mesa, y junto a la cama, choqué mi copa con la suya, y le dije:
-Por nosotros, muñequita.
-Por nosotros, bobito.
Bebimos un sorbo de vino, posamos las copas sobre la mesa y nos fundimos en un beso que deseé que fuese eterno, uno, por lo dulce, dos, por lo apasionado, y tres, porque me puso la polla dura cómo una piedra. El beso siguió en la cama. Echado a su lado le quité la toalla, mis manos acariciaron sus sedosas tetas y sus pezones. Ariana metió su mano dentro de mis boxers, cogió la polla y me la masturbó.
-La tienes dura.
-¡Cómo para no estarlo! Estoy acompañado por mi sueño erótico.
Puso morritos, y me dijo:
-No soy un sueño erótico.
-Sí que lo eres.
Con el dedo pulgar de mi ...
... mano derecha acaricié el capuchón del clítoris de arriba a abajo, de abajo a arriba y hacia los lados. Mi lengua hacía círculos sobre las areolas se sus grandes y hermosas tetas y lamía los pezones. Ariana, entre dulces gemidos, me dijo:
-Muérdeme un poquito los pezones y las tetas, cariño.
Mordí sin hacer daño. Ariana seguía masturbando mi polla y ya tenía la mano mojada de mi aguadilla.
Bajé a su cuevita. La abrí con dos dedos y vi que estaba cubierta de babitas. La cerré. De su coñito salieron algunos de sus jugos blanquecinos y bajaron hasta el ojete. Lamí los jugos del ojete y del periné sin tocar su coño y bajé besando, lamiendo y acariciando el interior de sus muslos. Le cogí un pie, y lamí la planta haciendo círculos con la punta de mi lengua. Rompió a reír.
-¡Me haces cosquillas!
De su coño salieron jugos en cantidad. Dejé de lamer la planta, se la acaricié mientras besaba, acariciaba y chupaba cada uno de los dedos y entre ellos. De ese pie fui al otro e hice lo mismo, luego subí besando y lamiendo el interior de los muslos hasta llegar de nuevo a la cuevita, se la volví a abrir con dos dedos. Estaba perdida de jugos. Ariana, me dijo:
-Cómela, anda, cómela. No me hagas sufrir más.
-Más me hiciste sufrir tú a mi cuando me dijiste que por fin te corrieras en su boca.
-Ahora es tuya, anda, cómela.
-Date la vuelta.
-Eres malo, eres muy malo.
Se dio la vuelta. El interior de sus muslos y el ojete estaban mojados de sus jugos. Le abrí las ...