1. En el Estadio


    Fecha: 02/10/2021, Categorías: Masturbación Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... imaginarlo.
    
    Me dolería, seguro que sí, nunca lo he hecho, pero me gustaría, me conozco bien. Sería como el tiempo extra, todo o nada, dejad todo en mi culo como se deja todo en la cancha. No habría medida, sería rápido y brutal, me dejarían ir la verga de una sola estocada.
    
    Seguramente mi anito estaría lubricado por todo el batido de semen escurriendo de mi vagina, pero no sería suficiente, el sufrimiento sería inhumano. Pero lo disfrutaría, lo suficiente para permitir que me lo ensartaran sus compañeros, aquellos que aún no habían terminado, o los que pudiesen aguantar más de una zancada. –Sí, que rico, mmm, delicioso. Así es muchachos, ahora llénenme el culito de toda su lechita. Abusen de mis delicadas nalguitas, golpéenlas, penétrenme, estrújenme con fuerza, lastímenme, fólleme como su esclava, desahoguen sus instintos de hombre sobre mí, abusen de mí como les plazca hasta hacerme venir a chorros, todos juntos, como el equipo que son.
    
    -Cuanto placer, diablos creo que me vengo. Sí. Sí. –Fantaseaba imaginadme siendo ultrajada por todo el equipo, sus vergas en mi cara, sus nalgas en mis manos, penetrándome por el culo, por el coño, por todos lados, llena de semen, escurriéndome y manchándome en todo el cuerpo.
    
    Entonces sentí por fin que me venía. No me importaba que estuviese en un baño público, ni que estuviese sucio, ni lleno de mujeres a mi alrededor, yo seguía imaginándome a los jugadores acechando y vejando mi cuerpo desnudo y desprotegido, al tiempo ...
    ... que mis manos, fuera de mi fantasía, me estimulaban plácidamente, imaginándome todas esas pijas, chocando en mi piel, en mis tetas, en mi boca. Mamándoselas, jalándoselas, metiéndomela, como si fuesen mis dedos que me enterraban, fuerte y con rudeza, mojándome cada vez más y más, sintiendo como mi orgasmo se amotinaba al borde de mi coño, anchado y fastidiado por el inhumano ajetreo. -Así, más, más. Haaa.
    
    Entonces, arqué mis dedos para estimularme mi punto de más placer, y aumente la velocidad, zanjándome con desgraciada complacencia. Me dolía, pero sabía que solo así me haría venir. Y no paré, aumente mi velocidad, obligándome a estremecer todo mi cuerpo, sosteniendo la respiración por un momento, hasta que de pronto, un potente chorro salía desde lo más entrañable de mi ser, empapándome toda la mano, hasta manchar el ya de por sí sucio piso de hormigón a mis pies.
    
    Me asusté, y me arrepentiría, pero fue un gran orgasmo. Quizá nadie lo habría notado, aunque se hubiese escuchado el tibio contenido estampándose contra la estrecha puerta frente a mí. Intenté disimular mis gemidos con un poco de tos. Con algo de suerte habrían creído que estaba festejando a mi equipo. Aunque aquel squirt se habría estampado fuerte y sonoro en la taza del baño, mis piernas y hasta la puerta frente a mí, fue tan largo y lánguido que seguramente se pudiese haber confundió con una simple desahogada urinaria. Pero al salir y sentir todas esas miradas juzgándome, me di cuenta que no había sido ...
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