1. Devuelto del inframundo


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Gays Autor: Jascer, Fuente: CuentoRelatos

    ... plantas sus piernas y espalda hasta estallar como una onda de dolor masivo, inaudito en la base del cráneo. Nunca imaginó que golpes en las plantas de los pies pudieran provocarle tal horror, indescriptible plenamente con palabras. Los golpes eran durísimos. Un par de veces perdió completamente la sensibilidad en las plantas durante la administración del tormento. La curvatura plantar se le tornó llana por los edemas de sangre depositada entre los tejidos deshechos. No pudo caminar durante varios días y le quedaron lesiones permanentes por atrofia de tejidos musculares y nervios. Una cojera y dolor al caminar por hipersensibilidad le quedarían como secuela permanente.
    
    Varias veces fue asfixiado hasta perder la consciencia. Unas veces utilizando una bolsa plástica para cubrirle la cabeza y otras sumergido hasta el pecho en un tonel con agua. Un par de veces se le hizo esto estando colgado de los tobillos.
    
    La agonía del tormento con el bisturí eléctrico era peculiarmente atroz. Tal instrumento corta como un cuchillo, quema como metal candente y cauteriza con electricidad, combinando en simultáneo tres torturas horrendas de las que le quedarían, como cicatrices, unas líneas abultadas, como surcos en tierra llana.
    
    Uno de los peores dolores que experimentara en su vida le fue infligido mediante varillas de metal calentadas en un brasero enfrente suyo para que pudiera anticipar todo el horror que le esperaba.
    
    Jesús deseó morir para escapar del sufrimiento. Conocedores ...
    ... de la locura inducida por el dolor lo mantenían atado de modo que no pudiera librarse antes de tiempo.
    
    Jesús dejó de comer para morir de hambre y fue alimentado forzosamente. No iba a morir cuando quisiera sino cuando sus verdugos quisieran.
    
    Habitualmente era torturado por uno o dos carceleros. El muchacho no entendía que podía haber debajo de la piel de aquellos seres con forma de humanos que tanto sufrimiento, inaudito, enloquecedor, perturbador en grado sumo, le prodigaban. No podían ser personas. No era posible. Aquellos monstruos eran demonios, criaturas de horror procedentes del mismo infierno.
    
    Sólo podía haber un escape para tal espanto. Deseaba con vehemencia que se propasaran durante una tortura y acabaran con su pena matándolo. Había llegado a idealizar la muerte como la irrefutable liberación de su agonía.
    
    Una tarde mientras padecía una golpiza se escucharon gritos afuera y su torturador alertado por un mensaje de texto salió despavorido.
    
    La dictadura había caído.
    
    La ironía quiso que los verdugos de Jesús fueran torturados muchas veces hasta su muerte en la misma celda por el régimen de liberación, que quiso hacerle a los cerdos lo que le hicieron a otros, aquella misma celda donde muchas veces el muchacho en medio de dolores atroces desgarrara el aire con sus gritos y gotas de su sangre alimentaran las manchas de las paredes y el suelo. Todavía podían verse manchas de su sangre mezcladas con las de muchos en aquella funesta celda que nunca más ...