1. Devuelto del inframundo


    Fecha: 20/09/2021, Categorías: Gays Autor: Jascer, Fuente: CuentoRelatos

    ... de resistir y recuperarse de las lesiones padecidas. Abrigaba la esperanza de ser el muchacho saludable de antes.
    
    Jesús en aquel momento no lo sabía, pero los salvajes manotazos en los oídos lo iban a dejar sordo en forma permanente. Sufrió rotura de ambos tímpanos. El deterioro paulatino de su cuerpo se iría incrementando con cada tortura. Aun así, tenía la esperanza de sobrevivir.
    
    Cuando estaba en la celda de reclusión, donde lo arrojarían tras cada tortura, tenía el cuerpo tan lastimado que apenas podía moverse. No encontraba alivio en el duro suelo de concreto que, ante la ausencia de un vasto banco de cemento como lecho, le servía de cama. El aire frío que se colaba por la ventana lo mantenía encogido tiritando. Aun así, intentó pensar que se trataba de una dura prueba de la que lograría salir imperioso.
    
    Llegó la mañana, pero el dolor no se fue con ella.
    
    La ración acuosa y sosa que le sirvieron por sopa, y el trozo de pan duro suministrados dos veces al día junto a un vaso de agua de mal sabor no eran suficientes para regenerar su cuerpo.
    
    No había mucho que hacer en la celda sucia y semioscura que le servía de aposento. Si tan sólo hubiera tenido alguien con quien hablar. Intentarlo con los compañeros de las celdas vecinas estaba prohibido y hacerlo le hubiera supuesto ser sacado y arrastrado antes de tiempo a la sala de torturas como castigo.
    
    En la tarde fue arrastrado nuevamente a la infame sala para sufrir tormentos.
    
    Mientras colgaba de las ...
    ... manos fue azotado hasta que se desmayó. Tras ser revivido sus pezones, genitales, ano y las plantas de sus pies experimentaron las atroces caricias de las picanas eléctricas hasta que se desmayó nuevamente.
    
    La aplicación de la electricidad en los genitales fue especialmente feroz. Se le introdujo un cable con un tubo metálico en el pene y con otro que terminaba en una desesperante aguja, afilada como una espina, se le acariciaban, o pinchaban, el glande o los testículos hasta que le quedaron entumecidos de tanto tormento. Con el tubo dentro del pene, como electrodo fijo, le fueron torturados intensamente los pezones y el ano. El dolor de las quemaduras en las partes torturadas era un tormento adicional una vez concluido el suplicio. Defecar por las quemaduras en el ano fue un tormento atroz que se mantuvo por varios días.
    
    Poco a poco el muchacho se iba deteriorando.
    
    Una vez, una sola vez, por suerte para él, le cubrieron la cabeza con unos ochos pasamontañas, hasta quedarle la cabeza cubierta por una masa gruesa de tela, y entonces, mediante un palo forrado con varias capas de goma espuma, le fue golpeada la cabeza con golpes severos que habrían terminado matándolo sin aquella protección. Durante varios días tuvo la cara hinchada, morada y torturada por severas cefaleas que parecían reventarle la cabeza en mil pedazos.
    
    Una tortura debilitante fueron los azotes con vara en las plantas de los pies. Cada golpe le provocaba una oleada intensa de dolor que subía desde sus ...
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