1. Control extremo


    Fecha: 17/04/2018, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... segundos y luego le mostró la pantalla. Una mujer joven, de veintitantos, tal como la había descrito, sonreía en bikini frente al espejo. Estaba más buena de lo que se había imaginado.
    
    —Vaya diosaza, ¿eh? Bueno, pues ahora la llamas como te he dicho, que yo me piro para allá. Ya te mandaré vídeo cuando terminemos. ¡Jajaja! Y lo que queda del día, hazlo como de costumbre. Y ni se te ocurra buscar mi matrícula ni hacer que nadie la busque por ti. Ah, y por supuesto nada de comentar este incidente con nadie, nunca. Si tu compañero te pregunta, te inventas una excusa que cuele, que yo no sé de procedimiento policial ni hostias. ¡Adiós, pringado!
    
    Dicho esto, arrancó y se fue a toda pastilla. El policía quedó confuso un rato. Luego, siguió con sus controles como de costumbre, como si no hubiese dado los datos de su mujer, con la que se había casado hacía tan solo un mes, a un desconocido con pinta de depravado sexual que era inusitadamente persuasivo.
    
    Media hora después, cuando llegó frente al apartamento, aparcó y quedó a la espera. Normalmente no hacía esto, pero la tía estaba demasiado buena como para no hacer nada al respecto y aquel policía le había caído como el culo. Querer multarle a él... Además, su pinta de chulo de gimnasio le había caído peor aun. Y es que la tía esa, Carolina... Madre mía. No mentía si afirmaba que era la tía más buena que había visto en mucho tiempo. Ahora faltaba por ver si en persona estaba tan buena.
    
    Al cabo de un cuarto de hora, vio ...
    ... aparecer a Carolina al final de la calle. Iba vestida de forma deportiva, con mallas de yoga negras y un top rosa, con el ombligo al aire y el pelo recogido en una trenza de boxeadora. Con cara de preocupación y paso ligero, se acercó a la puerta de su apartamento con las llaves en la mano. Efectivamente, estaba buenísima. Este era el momento de la diversión...
    
    —¡Carolina, espera! —dijo, bajándose del coche.
    
    Confusa, la atractiva muchacha se detuvo en seco, como una estatua.
    
    —¿Sí? ¿Quién eres?
    
    —¡Eso no importa! —respondió nuestro protagonista con alegría. Conforme más se acercaba, más increíblemente buena la encontraba. Sus ojos eran absolutamente increíbles— Lo que importa es que nos lo vamos a pasar genial. Ahora cállate, abre la puerta y vamos al dormitorio.
    
    Inmediatamente, Carolina proceció a obedecer, aun con cara confusa y asustada.
    
    —Oh... ¡pero alegra esa cara, mujer! Verás como somos grandes amigos...
    
    La chica empezó a relajar el gesto y sonrió. Parecía estar verdaderamente contenta.
    
    —Mucho mejor...
    
    Entraron en el piso y se dirigieron directos a la habitación. Por el pasillo, le palmeó con fuerza el culo, comprobando lo tonificado y terso que estaba. Le encantaban las chicas saludables yfitness.
    
    —Dime, ¿tienes algún equipo de grabación, trípodes, cámaras o algo así?
    
    —Ten... tengo una GoPro y un adaptador para ponerla en la cabeza, para grabar cuando hago escalada.
    
    —¡Qué maravilloso! ¡Nunca he usado un chisme de esos! ¡Va a quedar una ...
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