1. Control extremo


    Fecha: 17/04/2018, Categorías: Control mental, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... peli estupenda! ¡Jajajaja! Bueno, ¿a qué esperas? ¡Tráemela! Mi primera peli P.O.V., qué nervios...
    
    La chica se apresuró en obedecer las órdenes.
    
    —¿Ya está grabando? ¡Estupendo! Pues vas a esforzarte para que quede un buen recuerdo de mi visita, ¿estamos? ¡Saluda a tu maridito!
    
    —Hola cariño... —dijo tímidamente la chica a la cámara.
    
    —No, ¡pero con más entusiasmo!
    
    Carolina sonrió, como si realmente fuera el mejor momento de su vida.
    
    —¡Hola cariño! —dijo, con una inocente sonrisa de oreja a oreja.
    
    —Ahora, acércate y dame un beso. Pero bien apasionado. Ven, vamos junto al espejo para que se nos vea bien...
    
    Carolina se le acercó lentamente y se abrazó a él. Su mirada era increíble, casi causó un mareo a nuestro protagonista. Su cuerpo era firme, suave y cálido. Mientras se fundían en un sensual y húmedo beso, le metió la mano por debajo de las mallas, estrujando bien su culo. Se aseguró de que se notase cómo le metía la lengua hasta el cuello. Todo quedó bien grabado en la GoPro.
    
    —Así me gusta. Ponte de rodillas —la chica se puso de rodillas inmediatamente, aun sonriente y con cara lujuriosa, como ida—. Me ha dicho un pajarito que no tienes reflejo de arcada. Sácame la polla del pantalón, muy sensualmente, y hazme la mamada como si te fuera la vida en ello. Las que sabéis hacer eso escaseáis... Quiero que lo hagas con muuuucho entusiasmo, mirando a cámara y todo el rollo. ¡Disfrutando, vaya!
    
    La chica procedió a hacer lo que le ordenaban. Lentamente, ...
    ... con cara lujuriosa, desabrochó el cinturón y bajó la cremallera de nuestro protagonista. Bajó los calzoncillos y una polla de tamaño bastante considerable apareción ante su cara. Carolina la agarró, la besó en la punta y, tras escupirla, empezó a chuparla con muchas ganas, haciendo un ruido tremendo de succión.
    
    —Ohhh... Madre mía, qué bien la chupas, putón. Tu marido no hizo mucha justicia cuando describió tus habilidades...
    
    En ese momento, Carolina empezó a metérsela hasta la garganta. Los huevos tocaban con su barbilla. La muchacha sacó la lengua por debajo de su polla y empezó a lamerlos.
    
    —¡Vaya, eso sí que no me lo había mencionado! ¡Aguanta ahí, que me toca a mí ahora!
    
    Inmediatamente, la agarró de la cabeza y empezó a follarle la cara como un animal, haciendo que casi se ahogara con su polla. Las babas salían por la comisura de la boca mezcladas con su líquido preseminal. Los lagrimones empezaron a deslizarse de sus ojos, corriéndole todo el rimel.
    
    —Madre mía qué garganta tienes, zorra. ¡Y todavía ni te he visto ese trabajado cuerpo tuyo! —dijo, al tiempo que le sacaba la polla de golpe de la boca a Carolina, entre varios hilos de babas. La chica tosió y se limpió la boca con el dorso de la mano. Su cara era una mezcla de confusión y de pura excitación.
    
    —¡Me sorprende gratamente que no te hayas desmayado! Muchas chicas ya estarían inconscientes, o me habrían potado en el rabo... Qué recuerdos de mi adolescencia... ¡Mis felicitaciones! Ahora... de pie y ...
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