1. Me siento culpable pero no me arrepiento


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: No Consentido Autor: nena-Xversa, Fuente: CuentoRelatos

    ... que decía “TE EXTRAÑO CULERA”.
    
    –“Jajaja menso, gracias por los elogios”
    
    –“Ohh pos pa’ que te vas morra.”
    
    –“Pos te vas a poner a pintar tu arte urbano mijito”
    
    Y dicho y hecho, lo puse a ayudarme a acondicionar la casa, limpiamos, barrimos, pintamos, fue bastante la labor, pero sí quedó decente la casa. Cenamos juntos y después se fue.
    
    Fueron pasando los días, estaba haciendo los deberes por los que fui a la ciudad, entraba y salía sin problema. En ocasiones veía a mi amigo y platicábamos un rato, prácticamente era al único que seguía queriendo de verdad pues las demás personas eran más como viejos conocidos.
    
    Hasta aquí iba todo muy bien.
    
    *****************
    
    Finalmente llegó el momento en donde todo se fue al carajo, parece que todo se acomodó perfectamente para que pasara lo que tenía que pasar.
    
    Para empezar, mi amigo se fue unos días, me avisó que se ausentaría una semana. Después, el novio que tenía en la otra ciudad, decidió caerme de sorpresa sin avisarme, el conocía la dirección donde yo viví tantos años y se le hizo fácil visitarme. Y el tiro de gracia fue que llegó al lugar equivocado… Se bajó en una calle de la otra colonia al otro extremo de donde yo estaba.
    
    Entra una llamada de mi novio:
    
    –“Mi amor ven por mí.”
    
    –“¿Dónde estás?”
    
    –“Es que vine a visitarte de sorpresa”. – Cuando mencionó el nombre de la calle, me alarmé bastante pero no quise asustarlo.
    
    –“¡Uy! Estás del otro lado. Hazme un favor, regrésate dos calles por donde ...
    ... llegaste, cruza la avenida y por favor, guarda tu celular.”
    
    Yo caminé lo más rápido que pude, pero, son calles algo largas, cuando me faltaba una calle para llegar a la avenida donde debía encontrarme con mi novio, veo que él viene corriendo en dirección hacia donde yo estaba, me dijo exasperado que lo estaban persiguiendo, yo lo jalé y lo llevé al fondo de esa calle que faltaba, lo llevé por los caminitos que hay allí, pues todas las calles de la colonia están conectadas en la parte del fondo, algunas son callejuelas otros callejones medio ocultos pero, yo conocía todo eso. Lo hice con la intención de que le perdieran la pista o que no tuviera problemas con la gente de la misma colonia.
    
    Al salir a la calle donde está mi casa, nos encontramos con Nino:
    
    N–“¿Qué haces morra? ¿Quién es ese?”
    
    –“Ehhhm, vino a verme.”
    
    N–“Claro como mi carnal no está, aprovechas, por mí no hay pedo pero que no salga mucho porque no me hago responsable.”
    
    –“Tranquilo, barri sabe”
    
    N–“La neta me vale verga”
    
    Sin decir más, nos metimos a la casa y Nino emulaba su sonrisa morbosa de siempre.
    
    Ya estando en la casa me explicó que siguió mis instrucciones pero que, a media calle, lo interceptaron unos tipos quisieron robarle y golpearlo, él se defendió y salió corriendo. Yo me tranquilicé porque ya estábamos dentro, pero a él lo sentí muy alterado, casi no quiso hablar ese día. Lo sentí normal por la adrenalina que tuvo. No le tomé mucha importancia.
    
    Al día siguiente él seguía igual ...