1. MI PROFESOR


    Fecha: 03/04/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... arrodillé a sus pies, tomé su pija y comencé a lamerla como podía, no sabía bien cómo hacerlo, era mi primera vez, sentía la carne de un hombre hacerse grande en mi boca, era la primera vez que veía una verga, que conocía en persona su forma, su glande, sus testículos, me excitaba demasiado toda la situación, el lugar, de esto se trataba! Luis permanecía inmóvil, con sus brazos apoyados en los techos de los autos que nos rodeaban, uno a cada lado, lo noté un tanto fastidioso y un par de veces me reclamó porque lo rasgaba con los dientes, no tenía piedad, no se aprenden las cosas en un abrir y cerrar de ojos… Dejó la cabeza en mi boca y sentenció mientras se masturbaba: Quiero que te tragues hasta la última gota! cuidadito con que dejes escapar algo, entendiste? Asentí con la cabeza sin largar el glande, me sentí mojada y mis pezones estaban duros, de repente un manantial de esperma invadió mi boca, como dije, era la primera vez y la situación me puso como loca, apreté mis labios envolviendo su tronco, traté de tragar pero ese sabor tan amargo me causó repulsión, aún estaba acabando cuan tosí y escupí si querer la leche ensuciando la pollera… como reaccionó? me dio una bofetada haciendo volar mis lentes, que sentí? Una locura interior, una pasión incontrolable… Esto se hizo una rutina, todos los días bajábamos al estacionamiento y le pegaba una buena mamada, con el correr del tiempo me hice una experta, lo hacía acabar solo usando mi boca, mi lengua, y tragaba con sumo ...
    ... placer toda su leche sin derramar una gota. Mi vestimenta fue mutando, las minifaldas, calzas ajustadas y profundos escotes formaban parte de mi vestuario diario, las cosas cambiaban rápidamente, los comentarios también, nuestras expediciones a la cochera eran difíciles de ocultar, lo único que no cambiaba era que Luis solo hacía que le chupara la verga, nada más que eso, y así estuve al menos un año… Al año siguiente, lo nuestro era un secreto a voces imposible de ocultar, la reputación del doctor Ravena empezaba a flaquear y lo cierto era que ya no me interesaba estudiar, al tiempo dejé la facultad y me transformé en su secretaria personal, puesto que él además de ejercer la docencia también era médico en su clínica privada. El lugar no era muy grande, el ambiente estaba dividido en dos, a un lado su consultorio, al otro la sala de espera y un lugar para mí, su secretaria quien recepcionaba a los pacientes, daba turnos y todas esas cosas, ambos ambiente separados por una pared con un vidriado opaco que solo dejaba notar las siluetas al otro lado. Una tarde, estaba por salir para la clínica cuando Luis me llamó al celular, me preguntó si aún tenía esa minifalda que me había regalado cuando todo comenzó, la que narré al principio de la historia, esa que nunca había estrenado, me pidió que me la pusiera para él. Y ahora si no me importó usarla, aunque fuera recién pasado el medio día, aunque tuviera que esforzarme para que no se me viera el culo, aunque pareciera una puta, aunque ...
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