Las Tres exnovias de un virgen de 30 años - Relatos Eróticos

Las Tres exnovias de un virgen de 30 años

... distraerme por lapsos, a veces checando mi celular, pensando en mi propio trabajo, hasta que entre las notificaciones de todas las pestañas que dejó abiertas, leí que le llegó un correo del sorcho con un archivo adjunto titulado [nombre de mi amiga_fecha de la fiesta], obviamiente no lo abrí, pues ella se hubiera dado cuenta. Terminamos (a la fecha creo que no di señales de haber visto nada raro en ese momento) y me fuí a mi casa.

Estuve mucho rato pensando en eso, y pasaron varios días, lo traía en la mente, pero no llegué a pensar en hacer algo al respecto, pues no es como que le hubiera invertido tiempo a hacer un plan al respecto, más bien reflexionaba cosas como si sería igual de deshonroso ver el video, o si bastaba con que nadie se enterase, o si la amiga del sorcho notó que el correo entró mientras yo tenia su computadora. De todos modos, la estrategia se me ocurrió en segundos cuando el azar me dió la pauta. Veran, ese grupito solía usar la computadora del aula mientras no estábamos en clase porque tenía mejor internet y eran tan torpes, y además tenían que hacerlo rápido para que no los viera el profesor, que cuando la dejaban de usar solo cerraban las ventanas… no sus cuentas, y después no podían volver a cerrarlas porque solo los profesores tenían clave de acceso.

Por supuesto, eso no era problema para mi, los profesores solían pedirme que los apoyara con lo técnico por lo que conocía sus claves de acceso, y aunque no hubiera sido así, era muy sencillo ...

... adivinarlas, la mayoría solo ponían su matrícula de profesores, que es de acceso público, de modo que el día que la amiga del sorcho fue la ultima en usar la computadora, se me ocurrió inmediatamente quedarme a usar la computadora después de que se fueran, abrir su cuenta y ver si encontraba ese archivo. Así lo hice, sin problemas, nadie sospechó nada, se fueron y yo me quedé usando la computadora, ellos asumieron que terminando mis trabajos, porque la cuenta en la que había dejado abierto su correo había sido varias clases antes, ni se acordaba. Entre con la clave del profesor de aquella hora, abrí la página de correo electrónico y efectivamente no había cerrado sesión por lo que no tendría forma de saber que entré a su cuenta desde esa computadora. Resultó que no solo le había compartido ese archivo, y no solo el sorcho, había fotos, y videos de varias compañeras, y demás gente la mayoría de ellas no me parecían atractivas, vi algunas por curiosidad, pero ni siquiera eran todas fotos o videos explicitos, algunos solo eran fotos normales en donde decían chismes de ellas, otras eran fotos en bikini o mostrando el escote que de hecho eran públicas en sus perfiles. Chequé las tres o cuatro primeras que aparecían, y luego solo abría las de las guapas, había fotos muy intimas de chicas populares que no conocía en persona, las que cambiaban sus fotos, o sexo, por buenas calificaciones, u otros beneficios, incluso fotos explicitas y no tanto de algunas de las profesoras mas jovenes y ...