Patas arriba (XV) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XV)

... Perdona, amor, estaba pensando en lo que nos dijeron mis papás, pensé que nos iban a soltar un ladrillo o a hacerte todo un interrogatorio para conocerte, pero parece que les bastó con lo que les había contado y con verte en persona...

- ¿Les hablaste de mí? -Ramón me miraba curioso y sus ojos brillaban de ilusión.

- Bueno, les había contado de ti, tu historia, tu forma de ser, lo bello que eres, cómo pese a todo lo que has pasado eres amable, lindo, detallista, lo buen chico que eres y, he de admitirlo, lo mucho que me gustas... -habría continuado la lista, pero su boca en la mía me impedía hablar y la verdad no me interesaba mucho hablar en todo caso.

Iván

Bueno, hace unos días que todo está en calma, así que mi cabeza ha vuelto a hacer de las suyas, ahora he empezado a pensar que mi Ricar es demasiado cariñoso con Ylian, está bien que últimamente mi hermano ha estado muy cariñoso con todos, pero aun así, es mi novio y no debería darle tantos besos a mi hermano, vale, que hemos pasado por momentos que lo ameritaron y lo entiendo, pero no siempre, ¿no?

En fin, hoy me llamó Dani y me dijo que ellos siempre van en estas fechas a Granada porque es el aniversario de la muerte de Rut, la chica que vi cuando casi me muero, y que, ya que ella tuvo mucho que ver en el que Ricar y yo estemos juntos ahora, querían que los acompañáramos a visitar la tumba y recordar lo que su vida y muerte ha significado para todos. Lo hablé con Ricar y aceptamos la invitación, ...

... estaremos una semana y supongo que además del memorial vacacionaremos un poco, de otra manera, no tendría sentido el estar allí una semana. Quedamos en partir dentro de tres días.

Después de un fastidioso viaje en bus, llegamos allí, conocimos a los padres de Rut y justo era el día del aniversario, así que fuimos al sitio donde está enterrada y Dani y sus amigos hicieron una oración Scout, a continuación fuimos todos a un restaurante y brindamos y conversamos de lo que Rut ha hecho por nosotros, a sus padres les impresionó mucho cómo ella nos ayudó a Ricar y a mí a estar juntos, cómo estuve a punto de irme al otro barrio por idiota y que fuera justo ella quien me ayudase y que me indicara que le pidiera ayuda a Dani y sus amigos, fue algo que tampoco ellos entendieron, pero el punto de vista de los que la conocieron les pareció lo más acertado.

Nos hospedaríamos en un hotel y volvíamos andando cuando Tavo nos dijo que él no regresaría con nosotros a Madrid: pidió parte de las vacaciones que tenía acumuladas y él y su esposo se perderían por un mes en un crucero por el Mediterráneo. Pude ver que uno de los mayores del grupo, Anderson, sonreía disimuladamente, parecía que era algo que esperaba y que lo hacía muy feliz, me apostaría lo que sea a que él tuvo algo que ver y, a juzgar por la mirada de mi antiguo profesor, diría que Dani piensa lo mismo.

Ya en el hotel y a solas, mi Ricar notó que no era sólo lo nuevo de la situación lo que me cohibía un poco, había algo más; como ...