Patas arriba (XV) - Relatos Eróticos

Patas arriba (XV)

... verdad, en pleno verano yo suelo estar dormido a esta hora, realmente me había hecho levantarme temprano, con lo que no me resultó difícil hacer lo que me decía.

Me despertó un beso en mi frente y me encontré en una ciudad nueva para mí, aunque algo me decía que mi novio no la había elegido por casualidad, que había algo que me gustaría.

- Mi vida, ya es hora de comer, así que vamos a llenar la tripa, además, estando en Ávila, tienes que probar el chuletón de Ávila, te encantará, es una de las maravillas de la cocina española, mi amor.

Me llevó a un restaurante bastante bien, pidió por los dos y cuando trajeron el famoso chuletón casi me desmayo: era el trozo de carne más grande que he visto en mi vida, como no había desayunado tenía mucha hambre, y sospecho que Joel lo planeó así, por lo que sin mucho protocolo empecé a comer y cuando quise darme cuenta ya estábamos en el postre, me supo a gloria y además me dejó satisfecho, en resumen, no podía quejarme.

- Como te dije, estamos en Ávila, es una ciudad hermosa y fresca, así que pasaremos un día entretenido, aparte, quiero que veas una edificación que me gusta mucho: la muralla.

- ¿Qué puede tener de especial una muralla?

- Ven conmigo, mejor que lo veas.

Joel pagó la cuenta, cosa que me hizo sentir todavía más mimado de lo que ya me sentía, y, con un descaro que me encantó, me tomó de la mano y recorrimos toda la ciudad así, una cosa que me gusta mucho de este país es que nadie te dice nada por la ...

... calle porque expreses tus gustos o porque seas como eres, puede que en sus cabezas te despellejen vivo, pero mientras no sea su asunto no te dirán nada, eso realmente me hace sentir muy a gusto aquí, puedo caminar con mi chico, ir los dos de la mano y saber que nadie nos insultará ni nos exponemos a nada malo, por lo que puedo presumirlo libremente sin sentir que le falte el respeto a los demás. Estaba tan distraído en eso que no me di cuenta de por dónde caminaba hasta que me faltó el aire por la cantidad de escalones, resulta que Joel se las ingenió de alguna forma para que nos dejaran entrar a uno de los torreones y subíamos por la escalera que se usaba en la antigüedad por dentro, tenía unos soportes impresionantes, es una edificación de piedra que se sostiene por sí misma y con espacios habitables dentro, no sólo es un bloque de piedra, sino que es una obra de arte en la que puedes vivir, además, no es una muralla esculpida en un bloque que estaba allí, sino que fue construida desde los cimientos con bloques de piedra que trajeron de algún sitio, la verdad este lugar es una maravilla, bien valía el madrugón para venir a ver a esto, tendré que recompensar a Joel de alguna manera.

La vista desde lo alto de la muralla era espectacular, incluso ahora se puede ver toda la ciudad, imagino que en la época medieval podían ver los destellos de las armaduras desde lejos y en caso de sitio podían dominar a todo el ejército enemigo antes de que los bajaran a flechazos, de todo el ...