Amor prohibido cap 1 - Relatos Eróticos

Amor prohibido cap 1

Brenda es una mujer madura que a pesar de su edad es más deseada por chicos y jóvenes que por los hombres de su edad, ella es lo que vulgarmente se conoce como una gordibuena o una milf, y a pesar de que ella dice que tiene algunos kilos de más tiene un cuerpo bien definido, con un rico culo el cual es mi delirio desde muy joven y que por fin después de muchos años de espera logre acariciar y devorarlo entera y completamente a mi antojo. Me vuelvo loco cuando lo tengo cerca y me encanta ese rico olor a culo que desprende cuando abro ese rico par de nalgas, me es imposible evitar que mi traviesa lengua urgue cada rincón de ese rico culo de diosa. 
  Así es... amo a esa mujer con todo el corazón y de la manera más pura posible como a ninguna otra mujer,  pero también la deseo con el alma de la manera más perversa que puedan imaginar por qué la mujer de la que les hablo es la que me dio la vida, así es amigos esa mujer es mi querida y hermosa madre. 
    Todo empezó en mi adolescencia cuando mis propios primos y amigos me empezaron a decir lo buena que estaba mi madre, eso me hacía enfurecer por lo que me fastidiaban a diario con eso, inconscientemente empecé a ver a mi madre como la mujer que era por lo que se volvió un sueño recurrente y mi favorito, empecé a masturbarme pensando en ella, con el paso del tiempo usaba su ropa interior y después empecé a espiarla, por lo que volvió mi obsesión y hasta llegué a tomarle fotos y videos mientras se bañaba, pasaron varios años y ...

... mi lujuria por mi madre solo aumentaba, y aún que ella decía que envejecía, seguía conservando ese cuerpo de amazonas que me volvía loco. 
 Para mí fortuna hace un par de años atrás una amiga de ella le confesó que tenía relaciones con un sobrino de ella fue cuando mi madre empezó a buscar sobre el tema en internet y comprendió que era más frecuente de lo habitual y que pasaba hasta en las mejores familias. Para entonces ella tenía 45 años y digamos que su mente se expandió y un buen día empezó hablar del tema conmigo, sus preguntas me hicieron sospechar que ella era la incestuosa por lo que se lo pregunté directamente, obviamente eso la molesto preguntándome por qué yo pensaba eso de ella, estúpidamente le dije que cualquiera de mis primos estaría más que deseoso de tenerla en su cama, eso la enojó más ya que mis palabras implicaban mi deseo por ella. Termino la plática de forma cortante diciendo que estaba loco por pensar eso de ella.
 No me atreví a dirigirle la palabra por un par de días ya que la notaba muy molesta por mis palabras y una noche toque a su puerta pidiéndole perdón y ella me pidió olvidar el tema. Ante tal situación me sentía fatal ya que si bien la deseaba como mujer era mi madre ante todo y ni quería hacerla sentir mal. 
 Un par de semanas después todo volvió a la normalidad y mi madre se mostraba más contenta de lo normal, un buen día me mostró su teléfono donde había unos mensajes de su amiga la incestuosa, una vez más le pedí perdón por lo sucedido y ...