El 4 de julio con mamá - Relatos Eróticos

El 4 de julio con mamá

... mientras hablábamos de cosas triviales de nuestras vidas. Cuando terminamos, ayudé a mamá a limpiar y me metí de nuevo en la piscina mientras ella iba a preparar otra tanda de margaritas.

Cuando mamá regresó, la vi salir de la casa y dirigirse a la piscina. Mi cerebro parecía haber cambiado al modo de escena de película cursi. El tiempo se ralentizó, parecía una de esas chicas sexys de las películas... caminando, como si lo hiciera a cámara lenta, sonriendo, con las tetas rebotando un poco mientras caminaba hacia mí.

No sabía qué pensar sobre los pensamientos que volaban por mi cerebro en ese momento. Por unos momentos no estaba mirando a mi madre, estaba mirando a una hermosa mujer sexy.

"¿Listo para un recambio?" Preguntó mamá mientras se servía un nuevo vaso.

"Claro, no te preocupes si lo hago" fue mi respuesta mientras le tendía el vaso.

Aunque la edad legal para beber era de 21 años, a mamá no le importaba que tomara margaritas o unas cervezas con ella de vez en cuando. Tenía 18 años y, como dice ella, cuando tenía mi edad era legal y lo que hacemos en nuestra propia casa no es asunto de nadie más.

Flotamos en la piscina, bebiendo y escuchando música durante una hora más o menos. Realmente no nos habíamos hablado mucho durante ese tiempo, era como si estuviéramos cada uno en nuestro propio mundo de relax. Volví a la realidad cuando mamá salió de la piscina y dijo que iba a preparar otra tanda. Mientras caminaba por el patio se tambaleó un poco y ...

... admitió que tal vez los margaritas estaban haciendo efecto en ella. Me caí de la balsa en la que estaba tumbado y me di cuenta de que cuando me levanté me zumbaba un poco la cabeza. "Woa, parece que a mí también me están haciendo efecto".

Cuando mamá llegó a la casa, me llamó: "¡Que empiece la fiesta!". Me reí y subí el volumen de la música.

Unos minutos más tarde, mamá salió de la casa con una nueva tanda de bebidas y mientras caminaba hacia la piscina hacía una especie de paso de baile.

Definitivamente estaba sintiendo los efectos de las margaritas mientras colocaba el recipiente de las bebidas en el borde de la piscina y luego caminaba hacia la escalera para volver a entrar. Se detuvo en la escalera e hizo un baile sexy al ritmo de la música. Meneando el culo y lanzándose como una bailarina en un local de striptease. Yo reía y aplaudía animándola mientras hacía su baile. "¡Wooooo!" Mamá, "¡Si! ¡Vamos a poner en marcha esta fiesta!"

Cuando la canción terminó mamá hizo una reverencia y se metió en la piscina. Las dos nos reímos y bromeamos. "Supongo que todavía me muevo bien para ser una vieja, ¿no crees?"

"¡Mamá, te mueves muy bien! Probablemente podrías ganar dinero extra trabajando como bailarina", le contesté.

Ella se rió, "sí, como si alguien quisiera ver a una madre anciana bailando como una mujer de la calle".

"Bueno, mamá, si lo tienes, presúmelo".

Nos reímos y tomamos unos sorbos de nuestras bebidas y empezamos a hablar.

Las margaritas bajaban ...