Mi hermana mayor y yo - Relatos Eróticos

Mi hermana mayor y yo

... huele raro-, yo también hice lo mismo, me lleve mi mano con semen a mi nariz lo olí, y jugando con la textura, me chupe un dedo para probar mi propio semen, era algo dulce levemente salado,  mi hermana también llevó  los dedos a su boca sin dudar, hizo un gesto de desagrado al principio pero luego lo volvió a probar asistiendo con la cabaza me dijo  -no sabe tan mal, es algo dulce, Gracias por mostrame y como te prometí no le voy a contar a nadie y espero que vos tampoco-, limpió la leche que habia en el suelo con la toalla que yo acababa de usar,; verla agachada con ese shorcito metido entre sus nalgas, esa colita que invitaba una nalgada, era mi oportunidad de poder cumplir mi fantasía,  ver más allá de lo que mostraba su falda, -está bien, será nuestro secreto,-le dije, y continue  -pero yo ya te mostré y ahora te toca a vos mostrarme-  Paula  se dio vuelta, me miró y me dijo, -Bueno, dale pero mañana, ahora tengo sueño- ,
-Daleee , ahoraa Pau, dale que Meli esta dormida,-
Paula me miró como con disgusto, pero aceptó
- bueno, pero solo mirar y ya sabes, nada de andar contando- me dijo con un tono bajo pero como advitiendo.
volvió a ver que mi hermanita siguiera durmiendo.  
Yo sentado en el borde de mi cama nervioso y exitado si siquiera parpadear para no perder detalles; Paula avanzó dos pasos hacía mi, colocó los pulgares en el elástico del short y comenzó a bajarlo tímidamente, comezaron a verse sus primeros bellos púbicos, siguió bajado hasta que quedó su conchita ...

... descubierta a un metro de distancia, no podía sacar la mirada de su tajo, mi instinto hizo querer tocársela pero ella retrocedió subiéndose el short -No toques,  era para que veas nomás-, -dale Paula, vos me lo tocaste, yo te dejé tocarme-
-no Andy, me voy a dormir-
-dale Paula, por favor,  no es justo, vos me tocaste-insistí, insistí, un rato hasta que accedió y me dejó que la tocara, se acercó otra vez a mi  sacándose el shorcito junto  con la bombacha en el piso y una vez frente a mi abrió ligeramente sus piernas, yo no podía creer lo que estaba viendo casi si pensar lleve mi mano a su entrepierna, esos pelitos finitos eran suavecitos, como sedosos, sus labios carnosos calentitos y mojados, iba recorriendo con mis dedos de atrás para adelante  ida y vuelta , mientras mi hermana tenía reflejo, como cosquillas, el olorcito de su sexo virginal puso mi verga otra vez al palo, cuando Paula la vio me dijo, -¿te puedo sacar más semen?- casi si poder decir que si sólo palabra atine a hacerle un lugar en mi cama yo acostado y ella sentada en el borde de la cama me agarró la verga y empieza a pajearme, sentí una electricista  cuando el calor de su mano  rodeo mi verga, al principio con movimientos torpes me hizo mal, tuve que marcarle el ritmo, mientras con mi mano derecha  hurgando en su conchita con mis dedos también le hice mal, abrió más sus piernas, pude ver mejor su sexo y me enseñó como tocarla, con las yemas de mis dedos, sentír cada pliegue, cada capilar, toda la textura ...