Con Un Ladrón En Callejón - Relatos Eróticos

Con Un Ladrón En Callejón

... soltarlo pero él me empujó al suelo y por más que caí mi mano seguía sosteniendolo con fuerza. Me estaba arrastrando y entonces se cansó de mis gritos, me agarró de la otra mano y me obligó a pararme para luego apoyarme contra la pared y sacar una navaja que me hizo callar.

— Parece que la fiera no sabe lo que le conviene. — su voz ronca y ojos oscuros me hacían temblar. No entendía por qué simplemente no dejé que se llevará el jodido celular y ya. Dejé que tomara mi celular pero él solo lo arrojó a un costado y luego enredó su mano en mi cintura y con la otra mano me apuntaba con la navaja el cuello. 

Tragué en seco.

— Ya tiene mi celular, ¿qué más quiere? — dije tartamudeando. Cerré los ojos para no mirarlo.

— Algo más apetecible. — dijo y la mano de mi cintura bajó hasta tocar mis glúteos por encima de la falta con mucho deseo.

Él hundió su cara en mi cuello y comenzó a besarlo mientras yo trataba de no respirar. El miedo no me lo estaba permitiendo. 

— N-No... — levanté ambas manos y toqué su pecho para empujarlo pero él dejó mis glúteos y sujetó nuevamente mi cintura. — Se lo pido por favor!! 

— Silencio perra. — me quitó el sueter como pudo y las lagrimas comenzaron a llenar mis ojos. Estaba sintiendo mucho asco, no podía creer que un desconocido me estuviera tocando de esa manera. 

Mientras la mano que me sujetaba la subía por debajo de mi blusa hasta tocar mis senos, la otra seguía apuntandome con la navaja en el rostro. Mi corazón latia tanto ...

... que parecía salirse de mi pecho. 

Por instinto me arme de valor y lo empujé con fuerza hasta alejarlo de mi y traté de salir corriendo. Ya estaba por llegar hasta la salida pero él me tomó del pelo y me tiró al suelo bruscamente. Mis rodillas estaban tan adoloridas que no pude ponerme de pie a tiempo. 

Cuando levanté la mirada el sonido de su cierre bajándose se escuchó tan claro que cerré mi boca. Sabia muy bien lo que trataba de hacer.

— Abre la boca, no querrás que corte su lindo rostro. — dijo mientras arrastraba con delicadeza y malicia la punta de la navaja sobre mi mejilla izquierda.

"Mientras más rápido pasé, todo acabará"

Él se había sacado la polla en mi rostro, era grande (alrededor de 20 o 21 cm) que chocó contra mi nariz. No quería que esa cosa entrase en mi boca, mucho menos en mí intimidad pero tampoco quería salir herida y con marcas. Mi plan era el siguiente.. Darle la mamada más tentadora y hacer que se corra, tal vez se cansé y se valla. Prefería esa asquerosidad a tener que dejar que me penetrase.

— ¿Qué esperas? Abre la jodida boca! — gritó furioso y yo asentí con temor. Mi lengua estaba tocando por segunda vez una polla en toda mi vida, la diferencia era que esta era mucho más grande y larga que la otra. El hijo de puta de mi ex novio siempre quería tener sexo conmigo, pero como yo nunca tenía ganas terminaba por hacerle una paja o una mamada rápida. 

Me daba asco, la primera vez que lo hicimos él decia que estaba súper estrecha y no ...