1. La sobrinita de mi esposa pone en riesgo mi matrimonio


    Fecha: 28/01/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: yemboyf, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Marisa me preguntó -lo estoy haciendo bien Tío?-,  entre gemidos le dije que -lo haces muy bien nenita-.
    
    Tras varios minutos mamando, Marisa de pronto se quitó y con su hermoso rostro me preguntó  -Tío me pica mi panochita, me puedes dar unos besitos allí?-.  No dudé un instante.  Yo mismo le quité su pantalón de la Pijama, no podía creerlo, la pequeña tenía ya una rajita de señorita, con vulva grande, labios bien definidos y una pelambre completa.  Le abrí las piernas delgadas y comencé a besar su vientre, fui bajando a su vulva, besé sus vellos púbicos, luego bajé a su panochita, pasé la lengua varias veces por sus labios vaginales y la pequeña se retorcía en la cama, pude sentir al abrir sus labios vaginales que estaba mojadita, el sabor amargo de su jugos íntimos sentí en mi lengua.  La pequeña Marisa repetía  -Sii, si tío, tío, sii tíiio!!-,  Yo le pasaba la lengua por todos lados incluso busqué su no tan diminuto clítoris y lo toqué con la lengua varias veces, de pronto sentí que sus ella me jalaba con fuerza los cabellos de mi cabeza y pujaba, Marisa estaba teniendo un orgasmo.  Dejé de chuparle su panochita y la excitación me embargaba el cerebro.  Pensé que una pequeña con esos alcances sexuales no podía ser virgen, asi que me despojé de mi boxer, le abrí las piernas, puse mi verga en su panochita mojada y la comencé a ensartar lentamente, mi glande entró y lo fui metiendo en su vagina, no sentí obstáculo, eso era buena noticia, seguí adelante y la fui penetrando ...
    ... más y más.  En pocos segundos se la tenía metida a la mitad.  
    
    Entonces comencé el vaivén, se la metía y la sacaba, lo hacía lentamente, y la pequeña puso los ojos en blanco, además de gemir y gemir. Me coloqué mejor para ensartarla como lo hubiera hecho con una mujer.  Puse sus piernas en mis hombros y comencé a darle buenas embestidas, Marisa me clavaba sus uñitas en los costados y gemía como desesperada.  Al poco rato la oí llegar a otra corrida, esta vez más brutal.  Pensé en detenerme, pero realmente no quería hacerlo.  Entonces la ayudé a ponerse en cuatro, la pequeña era tan delgada que no tuve problemas, puse su culito en alto y la volví a ensartar por atras, la pequeña daba gritos ya no gemidos, yo la tomaba de su cinturita y la clavaba hasta dentro.  Increíblemente en pocos minutos llegó de nuevo a otro orgasmo.  Yo la embestí duro y en pocos minutos saqué mi verga y eyaculé en sus nalguitas y la espalda.  La pequeña cayó desfallecida en la cama, yo a su lado.  Apagué la luz y le dije que descansáramos.  Nos quedamos dormidos.
    
    Cuando desperté por la mañana, pensé que era un sueño húmedo.  Vi a mi lado y ella no estaba, ya se había levantado, se había bañado y estaba preparando mi desayuno.  Entonces me fui a bañar, al salir me vestí y me puse a hacer la cama, pude notar unos puntos rojos en las sábanas, le cercioré y era sangre.  Será posible?  qué Marisa pudiera haber sido virgen.  La duda me embargó y durante el desayuno le pregunté y me dijo ella que era su ...
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