La sobrinita de mi esposa pone en riesgo mi matrimonio - Relatos Eróticos

La sobrinita de mi esposa pone en riesgo mi matrimonio

... tan pequeña edad,  Pero volviendo al momento, tuve una erección solo de verle su cuquita, no pude evitar tocarme la verga un par de veces, pues de veras era algo muy erótico.  Y no quedó solo asi,  Marisa a los pocos minutos cambio su posición a boca arriba siempre acostada horizontalmente, entonces pude verle su panochita completa, ella fingía leer el libro, pero abría las piernas para mostrarme su vulvita completa.  Hubo varios minutos de silencio entre ambos.  Yo no dejaba de verle su parte íntima.

De repente: 
Marisa -Tío René, te puedo contar un secreto?
Yo:  Claro.  Dime nenita.
Marisa -una mi amiga de la escuela me dijo que ya lo hizo con su novio.
Yo:  Que hizo? (haciéndome el tonto)
Marisa - tu sabes Tío, eso que el hombre le hace a una mujer en la cama.
Yo:  Ahhh tuvieron sexo, eso.
Marisa -si fijate.  
Yo:  Y que contó tu amiga de eso?
Marisa:  -pues que le dolió un poco, pero le gusto.  Tío, y tu se lo haces a mi tía?
Yo:  Claro.
Marisa: -y le gusta?-
Yo:  -Yo espero que si- (riéndome)
Marisa:  Tío, será que me puedo quedar hoy en la noche contigo?
Yo (excitado):  -No sé que diga tu mamá'_ porqué no la llamas-
Marisa:  -Y que le digo?-
Yo:  (ayudándola a mentir) -dile que te estoy ayudando con un trabajo de la escuela y que temprano mañana yo te llevo a la escuela-
Marisa:  Vale.   Y llamó a su mamá y ella accedió.

Yo estaba con la cabeza caliente.  Vi como ella se fue a cambiar y salió con una pijama de pantalón y blusa de tirantes.  Yo ...

... me quedó normalmente con boxer y si nada arriba.  Ella se acostó en mi regazo y nos pusimos a ver TV, ni me acuerdo el programa o la pelicula.  Solo recuerdo que ella me comenzó a tocar mi bulto en el boxer, yo ya tenia una semi erección.  -Tió puedo tocartela?- me preguntó Marisa.   Yo le dije que no había problema, se miraba que la pequeña era promiscua a morir.  Me tocó con sus pequeñas manos todo el paquete encima del boxer, mi erección creció.  Yo ya estaba muy excitado, quería saber hasta donde podíamos llegar.  -Quieres verla?- le dije.  Ella abrió sus grandes ojos negros y me dijo con la cabeza que si quería.  Me bajé el boxer y ella levantó su cabeza para verlo bien.  -Uyy es muy grande- me dijo.   Con una de sus manos lo tocó y luego lo acarició a lo largo.   -puedo darle unos besitos'_ me preguntó Marisa.    Yo quedé de nuevo sorprendido, le dije que si.   Ella le dio besitos, pero también lamía como si fuera un caramelo. No lo hacía tan mal.    -Oye, donde aprendiste a hacer eso?-,  le pregunté.  Ella me contestó -en internet y en unas revistas- y siguió lamiéndolo.  Yo estaba más que excitado, a los pocos minutos de estar recibiendo esos besos y lamidas, le dije -puedes meterlo en tu boquita-,  ella me vio y tomandolo con una de sus manos metió el glande entre sus labios y mamó rico.   Yo emití un gemido de placer que ella oyó.  Marisa entonces metió otro poco de mi carne en su boquita y mamó metiendo y sacando mi pene.   De nuevo repetí un gemido, luego otro.  ...