Todo va mejor - Relatos Eróticos

Todo va mejor

... tesoro. Cada vez me gusta más.
Me erguí, le puse la pija a la entrada de la cuevita y fui empujando despacito. Tuky me abrazó y besó con todo. Le enseñé a abrir los labios y acariciar con la lengua como yo hacía en la suya. Nuestras lenguas se entrelazaban y la saliva se mesclaba mientras la iba penetrando. Pase las manos por debajo de la blusa y le tomé las tetas.
-¿Estás bien? 
-¡Fenomenal! ¡Dale hasta el fondo! 
Traté de acomodarme para que sintiera el tronco acariciando el clítoris…, y vino el segundo, con tremendas sacudidas y temblor. Parecía que estuviera apretando la pija con las manos.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Mi amor! Dale, dale, sí, así, ¡ahahahahaggg! ¡Estoy muerta! ¡Cómo me gusta!
-Ahora vamos a tener un problema!
-¿Por qué?
-Porque al no traer bombacha, cuando acabe, el semen se va  a desbordar por todos lados.
-Uy, no. Fijate allí. Hay una camiseta vieja, si la alcanzás…
Sin sacársela trataba de llegar hasta la camiseta.
-No esperá. Te lleno y cuando te la saque tapate lo más posible la conchita y agarró la camiseta.
-¡Ahí vaaaa…!
-¡Sí! ¡Que lindo! ¡Te siento!
-¡Ahora, poné las manos!
En cuanto tuve la camiseta en mi mano la puse entre sus piernas y se impregnó del chorreante semen. Tuky no se privó de chuparse los dedos.
-Esto fue glorioso. Quiero hacerlo de nuevo.
-No. Pará. Vamos abajo que no quiero que tu mamá entre en sospechas. Ya tendremos tiempo para hacerlo varias veces. Recién empezamos. ¡Vos sos muy golosa!
-¡Es que me gusta tanto!