Todo va mejor - Relatos Eróticos

Todo va mejor

... Tengo que acabar afuera.
-¡Uy, que lástima! 
-Será en la próxima.
Seguí bombeando despacito. Un poquito hacia afuera y un poquito hacia adentro.
-¿Sentís?
-¡Es buenísimo! – Tembló toda y me apretó la pija con todo. – Me sigo chorreando.
-Cuando sienta que me viene te la saco. La única manera que no quedés embarazada.
-Siento como te late…
Se la saqué y me puse frente a la pileta.
Tuky se enderezó y me la agarró amorosamente y vio como saltaba el semen. ¡Un montón!
-¿Todo eso me perdí? – Puso una mano para recoger algo. Luego se la llevó a la boca. Puso la lengüita para sentir. - ¡Es rica!
-La próxima será mejor. ¿Querés limpiarla? Pasame la lengua.
-¡Me gustó tanto! – Tuky se agachó y con lengua y labios absorbió todo lo que quedaba. -Y te digo un secreto, aunque creo que vos lo sabes. Mis amigas me dijeron que tus compañeros les acabaron en la boca cuando fueron al parque y que les gustó mucho. Yo también quiero probarlo.
-Ya será. Ahora agarrá algunas revistas y bajemos.
Nos acomodamos la ropa. Tuky agarró varias revistas y fuimos a la sala. Nos sentamos plácidamente a ver las fotos. Cuando vino la mamá estábamos muy interesados en las fotos.
-No te olvidés de darme la bombacha. – Me dijo al oído.
-Ah, sí. Tomá. – La saqué del bolsillo, la puse en mi boca, la chupé un poquito y se la di. – ¡Está riquísima!
-¡Jajaja!
	Y terminó ese miércoles de “fotos”. Y nos despedimos con un vehemente beso.
Llegar al próximo fue una locura. Ahora sí que no pasaba más. ...

... Y era cierto que tenía que hacerme la puñeta ante de dormir porque los huevos se iban a reventar. ¡Dios, esta nena es la locura! Y me encanta la inocente manera de “colaborar”.
Al fin se hizo miércoles y me apuré como nunca. Había meditado que en julio a las 7 se hace noche, así que si íbamos a la terraza estaríamos más a la oscuridad. Vería que pasa, como viene la mano.
Y allí estaba el sol de mis días con la mejor sonrisa y los brazos abiertos.
Espero que la madre no se asome cuando me recibe, porque sus besos y abrazos son tremendos.
Pasamos lo más rápido posible le merienda para dedicarnos a nuestras “tareas específicas”: besos abrazos y caricias. Luego de un rato, como para disimular, decidimos ir a “buscar revistas”.
Tuky me dijo al oído: “es día 22”. 
-¿22 de qué”
-De que me vino la menstruación. Podés acabarme adentro.
-¡Bárbaro! Vamos.
Anunció a su madre nuestra “tarea” y subimos.
-Ahora quiero verte cuando me la metés.
-Sentate sobre el lavarropas.- La alcé para que le sea más fácil. Tuky desplazó la pollera para que no quedara bajo de ella y se mojara y me dijo con una pícara sonrisa: “no tengo bombacha ni corpiño”.
-¡Fenómeno!
Como la tenía al palo no hubo mucho tiempo que perder. Me bajé pantalones y calzoncillos…
-¡Uy! ¡Que linda que la tenés!
-No mejor que vos. - Me incliné, pasé la lengua por sus labios y sobé el clítoris de un lado y del otro.
La nena me tomé de la cabeza empujando contra ella y desagotó su primer orgasmo. 
-Estás riquísima, ...