La culona de mis sueños. - Relatos Eróticos

La culona de mis sueños.

... la ducha y vi como el agua recorría su cuerpo cada gota hacia que me estremezca. Luego ella me miró  y dijo: 
-Uffff está bastante fría -en ese momento me regaló una preciosa sonrrisa- ¿me ayudas para no caer?
 Primero no comprendí lo que decía -pues verla así me dejaba medio baboso- pero finalmente entendí que me pedía ayuda para llegar a la piscina pues entre las duchas y esta había unos metros de empastado -porque caminar con los pies mojados sobre el pasto es como caminar sobre jabón- al acercarme se tomó de mi brazo y mi corazón se llenó de adrenalina al ver su cuerpo mojado y sus pezones duros por el agua fría que se marcaban en el sostén, finalmente llegamos a la piscina  y la ayude a bajar los escalones y luego me aleje -pues no podía quedarme allí mirandolas- luego de unos minutos volví y les dije:
-¿Quieren que les tome una fotografía para el recuerdo? -pues tenía mi cámara fotográfica conmigo-
-Por supuesto
Así que con esa excusa me quedé con ella y sus amigas tomando varias fotos, luego ellas comenzaron a jugar y empujarse entre todas, saltaban y se abrazaban unas a otras en un espectáculo de lo más erótico para mi, cada vez que sus amigas la empujaban al agua ella se acomodada el sostén -pues ella no quería que nada saliera de su lugar, aunque yo lo anhelaba- entonces en uno de los empujones una de sus amigas calló sobre ella tomando sin querer el sostén y dejando al descubierto esos enormes senos frente a mi, al darme cuenta -con el dolor de mi alma- me dí ...

...  la vuelta rápidamente y me hice el distraido.
-¿No viste nada verdad? -me dijo-
-¿Ver que? -dije haciéndome el tonto-
-¿Estás seguro que no viste nada?
-¿De que estas hablando? -le dije tratando de sonar lo más natural pisible para no hacerla sentir incómoda. 
-¡De nada! -dijo mientras se tapaba los senos con las manos, aunque con el sostén ya puesto-
 Al llegar la noche todos fuimos a nuestras cabañas y a diferencia de mis compañeros de cuarto yo no podía dormir -pues me exitaba recordar esos pezones rosados que coronaban el par más hermoso de pechos que había visto- entonces salí sin hacer ruido y fui hasta el comedor principal en el centro mismo de la instalación, al llegar recorrí los pasillos vallados alrededor del mismo, desde los cuales podias apreciar los árboles que lo rodeaban. Entonces en el silencio de la noche ella me sorprende de nuevo por la espalda:
-¡Hola! ¿tampoco puedes dormir? -me dijo ella que estaba detrás de mi-
-No, no puedo -le respondí-
 En ese momento la miré y la veía aún más bella que de costumbre, llevaba una blusa blanca que permitía ver su ombligo con unos shorts color morado bastante cortos y unas zapatillas, además se cubría con una pequeña manta que había traido de su cabaña -pues hacia un poco de frio- luego ella me dijo:
-¿Te puedo hacer una pregunta? 
-Por supuesto -le respondí-
-Hoy en la piscina...¿viste mis...? -me dijo mirandome a los ojos- 
-Ah...Yo no... -no sabía que responder-
-Tranquilo, no fue tu culpa -me dijo- ...