La primera vez no siempre es la mejor - Relatos Eróticos

La primera vez no siempre es la mejor

... poco a poco se llenó el lugar de gente y de ruido, el tono festivo, la seguridad de no tener que despertar temprano al día siguiente nos relajó, tomó varios tragos que la hicieron deshinibirse a la hora de bailar, era difícil que los varones le quitaran la vista de encima tanto sentada como al momento de pararse por cualquier razón, eso me incluía.

Muchos tragos después, yo hacía tiempo que había dejado el alcohol, me dijo que fuéramos a la habitación.  Salimos del bar y nos encaminamos al cuarto, en el camino me dijo “tengo un regalo para ti”, nunca me imagine a que se refería.

Apenas entramos al cuarto nos abrazamos, mi excitación acumulada durante el día era mucha, le saqué la camiseta y el bra, me aferré a sus nalgas, le subí la falda a la cintura, le quité el calzoncito, la llevé a la cama, se tumbó en ella y abrió las piernas invitándome a meterme, sin preámbulos lo hice, a las primeras arremetidas ella se vino fuertemente como acostumbraba, transformando sus gemidos en pequeños grititos. 

Cuando se recupero me dijo “te voy a dar tu regalo ¿me alcanzas mi bolsa?”, le acerqué la bolsa y extrajo de ella un tubo de gel lubricante y una tira de condones, “¿y eso?”, “con cuidado y con higiene, ¿no es lo que siempre has querido?”, me tendí en la cama a un lado de ella, nos besamos, recorrí su cuerpo, le saqué la falda, procuré excitarla tanto como lo estaba yo, bajé a su concha, metí la lengua, sorbí su clítoris, su vientre se endureció, sus gemidos se hicieron mas ...

... fuertes, me despojé de la ropa poco a poco sin dejar de acariciarla y de juguetear con su coño, me levanté, le ayudé a ponerse de rodillas en la orilla de la cama, me coloqué un condón y le puse gel en la entrada de su culo y en el condón, abrió las piernas, puso la cabeza en la cama y con una mano empezó a juguetear con su coño.

Era una vista impresionante, sus nalgas redondas y su coño a mi entera disposición, su culo abriéndose a mi dedo, su coño penetrado por sus dedos, coloqué mi verga en la entrada de su culo y empujé suavemente, era un culo estrecho que dificultaba la penetración, puse mas gel y entró poco a poco, en cada ocasión ella lanzaba un pequeño gritito sin dejar de su jugar con su concha, apretaba la verga de una manera que nunca había sentido, quería retardar lo más que pudiera ese placer, empujé varias veces hasta que entró toda, me quedé dentro sin mover, sintiendo sus apretones, ella fue la que empezó el movimiento de atrás a adelante, suavemente, me aferré a su cadera ayudándole al movimiento, aceleró poco a poco, era un placer que no puedo describir, varias veces saqué la verga completamente para volverla a meter y sentir nuevamente el placer de su estrechez y para evitar venirme.

La primera vez que se vino apretó el esfínter tan fuerte y tan rico que me dediqué a hacerla venir, busqué su coño en el que ella jugueteaba con una mano y entre ambos logramos que se viniera varias veces, nunca había sentido ese placer tan profundo, finalmente ya no pude ...