1. La primera vez no siempre es la mejor


    Fecha: 31/10/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Flandes, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    La primera vez fue inesperada, nos habíamos quedado en la oficina después de la hora en que todos habían salido, teníamos que concluir un trabajo, idas y venidas de mi oficina a la suya y viceversa durante el día, finalmente cerca de las once de la noche concluimos, fui a su oficina para despedirme, estaba apagando la luz cuando entré, si bien ambos sabíamos que había surgido algo nunca nos atrevimos a decirlo, ese día simplemente se dio, entré, le ayudé a acomodarse el cuello del saco y sin pensarlo la besé, Carmen me respondió, así sin decirnos nada, nuestras lenguas se enredaron, acaricié su rostro y su cuello, mis manos pasaron a su espalda, besé su boca, su cuello, mis manos bajaron por su espalda hasta posarse en sus nalgas, esas nalgas que me trastornaban, no tanto por su tamaño, sino por la manera que tenía de caminar, las sentí firmes, redondas, bajé el zipper de su pantalón, que se encontraba precisamente atrás, metí las manos en su pantalón y sentirlas tersas aún a través del pequeño calzón que apenas las cubría me excitó, haciendo que mi verga se endureciera.
    
    Recorrí sus nalgas, las acaricié, las estrujé, las separé para recorrerlas en medio, localicé su pucha que acaricie a través del calzón, jugué con un dedo dentro de ella, se humedeció, se quitó el saco dejándolo caer, dejé sus nalgas por un momento, desabotoné su blusa que dejó caer, se desabrochó el pantalón y lo dejó caer, se quedó frente a mi sólo en su ropa interior, se veía espléndida, su cabellera ...
    ... suelta, rizada, muy negra, sus pupilas dilatadas por la excitación, los labios entreabiertos, sus pechos subían y bajaban por la respiración agitada, media aureola escapaba del bra, el pequeño calzón blanco dejaba escapar un pequeña hilera de vellos, se le formaba un triángulo entre las piernas y su pucha.
    
    Le quité el bra para poder gozar plenamente sus pezones, ella se aferraba a mi cabeza, apretándola contra sus pechos, rodee sus pezones con la lengua, los sorbí, besé todo su pecho, bajé mi rostro recorriendo su tórax hasta llegar a su vientre, me hinqué en el piso, bajé su calzón y me dediqué a besar su pucha, metí la lengua, descubrí su clítoris, cuando posé la lengua en él se estremeció, aferró mi cabeza contra su coño, mis manos se aferraron a sus nalgas, separándolas, jugando en medio de ellas, puse un dedo en la entrada del culo y lo retiró de inmediato, entonces busqué su coño, metí un dedo, separo las piernas, lanzó un gemido y se vino, sus jugos resbalaban por sus piernas que empezaron a temblar.
    
    La llevé al escritorio, le ayude a subir a él, se sentó,  posó sus brazos en el escritorio, levante sus piernas apoyándolas en mi pecho, las abrí, saqué la verga del pantalón, la acomodé en la entrada de su coño y empujé, cerró los ojos, empezó a gemir apretando los labios, sus pechos se movían al ritmo de mis arremetidas, aceleré el movimiento y logré que se viniera, arrojando sus jugos tan fuertemente que me sacó, mojándome la camisa, sus piernas temblaban sobre mis ...
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