Primero la madre - Relatos Eróticos

Primero la madre

... prenderse a sus nalgas, las levanté, las separé, las acaricié, pasando los dedos en medio de ellas, le saqué la camiseta, su pechos retumbaron, cubiertos apenas por un bra que dejaba entrever su pezones, lo bajé y con los dedos tomé uno de ellos, estaba duro, bajé mi rostro y los tomé con la lengua, se estremeció, lo apreté con los labios, era un pezón pequeño, la aureola un poco más oscura, su vientre se endureció, mis manos seguían jugando con sus nalgas, tratando de penetrar en su culo, le desabroché el cinturón y el pantalón, sus nalgas me impidieron bajarlo, se inclinó a desabrochar los botines, los botó, se saco el jeans, su figura se reflejaba en el espejo del tocador, sus exquisitas nalgas cubiertas con un calzón que dejaba al descubierto buena parte de ellas, me saqué la ropa sin dejar de admirarla, ella seguía de pie, dejándome apreciarla en su totalidad, mi verga palpitante y erecta, me acerqué a ella, volví a abrazarla, alcancé sus nalgas, ahora mías sin nada más que ese pequeño calzón, pasé mis manos en medio de ellas, busqué el culo con mis dedos y se echó hacia atrás.

Ahí no, me dijo, entendí, volví a atraerla, puse las manos en sus nalgas y alcancé su coño, lo acaricié encima de la prenda, lo recorrí con un dedo, lo metí, gimió de placer, la llevé a la cama, con suavidad la empujé, se sentó y se recostó, colocando los pies en el piso, me hinqué, besé sus muslos, le saqué el calzón y me prendí a su coño, estaba húmedo, olía a mujer, metí la lengua, ...

... mordisquee sus labios, descubrí el clítoris con los dedos y pasé la lengua por él, no tardó en venirse bañando mi rostro con sus jugos.

Me puse de pie, coloqué sus piernas en mis brazos, tomé sus nalgas con ambas manos, coloqué la verga en la entrada de su coño y la metí suavemente, empezó a mover la cadera invitándome a mover más rápido, apretaba la verga con sus músculos vaginales, tenía los ojos cerrados y gemía más y más fuerte, empezó a venirse y no dejé de mover, los gemidos aumentaron y me vine fuertemente, cerré los ojos disfrutando, empujé más fuerte y me descargué totalmente. 

Cuando abrí los ojos, los de ella me miraban fijamente con una sonrisa que no le conocía, saqué la verga aun palpitante, me recosté como ella, pasé un brazo por su espalda y la besé, ¿nos acostamos bien?, me dijo, nos tendimos completos en la cama, frente a frente nos abrazamos, sentir su cuerpo desnudo pegado al mio era algo impensable hacía unos meses, ahora estábamos ahí y no tenía ninguna intención de desaprovechar.

Busqué sus nalgas con una mano, subió una pierna encima de las mías, recorrí sus nalgas, y al llegar al culo, me tomó de la mano retirándola, era obvio que no le gustaba que le tocara esa parte de su cuerpo, se subió encima de mi, tomó la verga con una mano y se la acomodó en el coño dejándola entrar poco a poco, se recostó encima de mí dejando que yo moviera, la tomé de las nalgas y embestí cada vez con mas fuerza, se vino nuevamente, resoplando en mi cuello, la dejé ...