RELATOS DE UNA PUTA - Relatos Eróticos

RELATOS DE UNA PUTA

... jugamos un rato y logró cogerme un par de veces. Despues de relajarnos un rato me dijo que ahora se vendría lo mejor; sonó el timbre y fué a atender. Ingresaron dos negros gigantes y musculosos, jovenes, que hablaban mal el español. Antes que dijera nada me aclaró que él solo sería un espectador y que a estos dos hombres ya los conoce de bastante tiempo pues eran amantes de su mujer. Pasaron unas copas de champaña para relajarnos, mas yó que nunca había estado con un negro y tenía miedo de sus rabos. Sus grandes manos empezaron a acariciarme por sobre la bata hasta que me la desprendieron y empezaron a besarme por todo el cuerpo. De a poco sus besos me fueron calentando y me fui soltando. Uno de ellos se quito la ropa y me puso su verga en la cara para que se la chupe mientras el otro me comía la concha. Me quedé por un instante admirando su tamaño mientras lo acariciaba y crecía más. Empecé a introducirme lo poco que entraba y a jugar con mi lengua,  pero él presionaba intentando meter mas su verga hasta mi garganta ...

... logrando que me ahogue. Despues me dejaba respirar y luego me embestía de nuevo. Me tuvo así un rato hasta que estuve totalmente sometida por ellos, la lengua de  su compañero jugaba en mi ano también por lo que ya estaba entregada para ese momento. No me demoré mucho en venirme, ellos lo notaron así que se ubicaron para penetrarme con su vergas gruesas. Mi ano sufrió hasta que se fué adaptando al rabo que me tenia empalada mientras la otra verga me sacudía con fuerza mi concha depilada. El veterano se prendió al juego clavandome su verga hasta la garganta y descargar sus huevos en mi boca.
El viejo quedó rendido pero los sementales que trajo me cogieron durante toda la noche a sus antojos y por todos mis agujeros. Me dejaron destrozada, me ardía todo pero aún así estaba satisfecha por mi primer trio y la cantidad de orgasmos que me sacaron. Fué el comienzo de un circulo amoroso donde mi veterano amante me mantenia con todos mis gustos y los morenos me visitaban cuando querían ya en mi casa para mantenerme satisfecha sexualmente.